El secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales Ojeda, calificó de » indigna» la ayuda humanitaria ofrecida por Estados Unidos tras el paso por el oriente cubano del huracán Melissa.
El huracán es otra prueba de fuego para Díaz-Canel que está en el ojo público por la toma de varias medidas impopulares desde que fue puesto en el poder como la llamada Tarea Ordenamiento, que disminuyó considerablemente la calidad de vida de los cubanos, así como la respuesta tardía a la recogida de basura, lo que ha provocado un aumento importante de enfermedades provocadas por la proliferación de mosquitos debido a la insalubridad que se percibe en el país.
Melissa es ya un huracán categoría 5. Ante la amenaza de este "monstruo" a la región oriental de Cuba aproximadamente 864 miembros del personal no esencial de la misión de la Estación Naval de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo llegaron a la Estación Aérea Naval (NAS) de Pensacola el 25 y 26 de octubre.
Sin embargo, lo que ningún boletín oficial menciona es que los contenedores no sustituyen una economía funcional. Que los donativos no arreglan la infraestructura colapsada ni devuelven la confianza a los ciudadanos que se lanzan al mar o cruzan selvas buscando un futuro que en su isla ya no ven posible. Que se puede aplaudir la solidaridad internacional, pero no usarla como coartada para evitar el verdadero debate: ¿cuándo comenzará Cuba a sostenerse por sí misma?
Sea como un símbolo cultural o un método de distracción, la vuelta a estos rituales religiosos en Santiago de Cuba - y no duden que en otros lugares de la isla también se efectuen a menudo - deja en evidencia la búsqueda de la nación por soluciones, aunque estas se anclen en la espiritualidad ancestral frente a las crisis actuales.