Caterham es considerada la persona británica más longeva registrada y la última sobreviviente nacida en la primera década de 1900. Su historia atraviesa períodos históricos cruciales: nació antes de la Primera Guerra Mundial y ha sido testigo de seis monarcas británicos, comenzando con Eduardo VII.
El récord histórico parece pertenecer a Thomas Wedders, un inglés que vivió en el siglo XVIII, y quien ostentó la nariz más larga jamás registrada, con una longitud impresionante de 7.5 pulgadas, según refleja en un artículo Guinness World Records.