Melissa no golpeará una isla en calma. Llegará a un país tensionado por apagones, colas, carestía y servicios públicos fatigados, donde muchas familias dependen del día a día para llenar la mesa.
La situación actual refleja no solo los desafíos económicos que enfrenta Cuba, sino también la fortaleza de su gente para mantener vivas sus tradiciones en medio de la adversidad. Las bodas, aunque más modestas, continúan siendo una expresión de amor y esperanza para el futuro.
Esta historia es un potente recordatorio del sacrificio que muchas madres enfrentan en Cuba para garantizar el bienestar de sus hijos en un contexto de crisis profunda y falta de apoyo institucional.
Mientras el gobierno insiste en un discurso de "oxigenación", la realidad es que la población enfrenta una asfixia económica que solo puede resolverse con reformas profundas y un cambio en las prioridades del país.