Su pronunciamiento ha generado debate en la comunidad cubanoamericana, evidenciando las divisiones existentes respecto a cómo abordar la presencia de exfuncionarios del régimen cubano en Estados Unidos y el papel de la denuncia ciudadana en estos casos.
Estos casos han puesto de manifiesto la frustración y el descontento de los cubanos exiliados, quienes sienten que la justicia y la seguridad están en riesgo si se permite la entrada a aquellos que han sido parte del aparato represivo del régimen.