Con su partida, Cuba pierde a un intérprete sólido, apasionado y polifacético, que marcó un hito en la radio, el teatro, la televisión y la cultura nacional. Descanse en paz.
Es muy difícil que los cubanos no recuerden aquella aventura que ponía a todos frente al televisor cada tarde para disfrutar de las peripecias de jóvenes peloteritos que soñaban con la gloria.
Hace siete años, Lieter decidió emigrar a EE. UU. en busca de un futuro mejor y, aunque la decisión no fue fácil porque dejaba en la isla a su esposa e hija, ha asegurado que “estaba claro” de haberla tomado.