La actriz cubana Susana Pérez reaccionó a las palabras de su colega Ulyk Anello, que en una entrevista reciente admitió que pasó hasta dos días sin comer luego de que el Gobierno de Estados Unidos le retirara la ayuda inicial que le ofreció como refugiado, y que en algún momento tuvo ganas de morirse.
Poniéndose a ella misma como ejemplo de inmigrante, a través de un video que publicó en su perfil de Facebook, La Diva Pérez le aconsejó al actor de 53 años, que llegó a Miami a finales de 2022 tras cruzar la frontera sur, que no se angustie y que se dé tiempo.
“Yo llegué aquí con 55 años, sin saber inglés y aproximadamente con 200 dólares en la cartera. Era lo único que tenía. Y yo tuve también una carrera, una carrera que tú conoces y la conoce todo el mundo. Pero ¿sabes qué? nunca tuve ganas de morirme, al contrario, lo que tenía era ganas de luchar, de echar para adelante, de trabajar en cualquier cosa que se me presentara”, contó.
No sin cierta ironía, la popular artista recordó que pasó 14 años trabajando en una clínica de cirugía cosmética en la que empezó como recepcionista, algo que entonces asombraba a los clientes, y consiguió escalar laboralmente allí.
Asimismo, Pérez relató que después ha hecho otras “muchísimas cosas”, aunque actualmente puede decir que “casi vivo de mi profesión”. “Eso, Ulyk, es emigrar, pero la noticia buena ¿sabes cuál es?, que tienes libertad”, resumió.
La respuesta de la experimentada actriz llegó después de que se viralizara un fragmento del programa de YouTube Destino Tolk en el que el actor incluso lloró.
Otro de los colegas de Anello, Erdwin Fernández, le dedicó un extenso mensaje escrito, en el que arremetió contra aquellos que lo han criticado y en el que apuntó que estar solo y lejos de la familia es terrible.
“Para criticar a alguien hay que caminar con sus zapatos, es un dicho muy viejo y sabio, y solo Dios sabe lo que pasamos todos individualmente, y lo que se sufre en soledad”, subrayó.
Dedes la óptica de Fernández, si bien a muchos les pueden haber parecido ofensivos el llanto y la queja pública de Anello, eso solo sucede cuando el corazón estalla.
Para Fernández, si de algo sirven las burlas y los ataques en cualquier caso, es para descubrir que entre el público no todos son personas buenas, amables y sensibles.
“En vez de ofender y burlarse, lo bello hubiera sido decir: ‘Ulyk, amigo, aunque no te conozco, aquí tienes nuestro apoyo, porque aquí la comida sobra. ¿Qué te hace falta?’”, lamentó el actor, que aseguró a Anello que muchos buenos cubanos le ofrecerán ayuda.
Aunque ha podido hacer algo de teatro tras emigrar, Anello ha trabajado como repartidor de comida y como portero en un hotel.
