Cinco cubanos miembros de la temida Banda 59 fueron sentenciados a prisión este miércoles 24 de septiembre, por el brutal ataque a machetazos del liniero David Enrique Perdomo Álvarez, que tuvo lugar en la madrugada del 7 de enero de 2024 en Santiago de Cuba.
Así lo confirmó el reportero Yosmany Mayeta Labrada, que destacó que, tras “un año y ocho meses de silencio, dolor y espera”, el sistema judicial cubano dictó sentencia contra los responsables de mutilar al joven trabajador de la Empresa Eléctrica.
“Wilmer (22 años de prisión), Alexander Sosa (14 años de prisión), Dayron Elvis (16 años de prisión), Diosvanis (13 años de prisión) y Brian (11 años de prisión)”, detalló Mayeta Labrada al mencionar a cada uno de los acusados.
“El fiscal, en un alegato duro y sin concesiones, defendió la acusación de asesinato en grado de tentativa, sumada a lesiones graves y portación y tenencia ilegal de armas”, precisó sobre un juicio en el que los abogados defensores intentaron minimizar el caso a simples “lesiones”, si bien el tribunal ratificó la gravedad del delito.
También trascendió que los acusados deberán indemnizar a la víctima con 113 mil pesos, “una cifra que muchos consideran simbólica”.
Mayeta Labrada recordó que David Enrique fue “emboscado por más de diez pandilleros” tras “compartir unas cervezas en el kiosco de su barrio” después de culminar una jornada laboral.
“El saldo fue un brazo cercenado, heridas profundas en su hombro y la pérdida de sus pertenencias”, rememoró, aunque “lo peor” es que nunca más ha podido abrazar a su hijo igual.
“Cuando me vio así, mi niño me preguntó: ‘Papá, ¿qué te pasó?’ Y cuando quise abrazarlo, se alejó. Me miraba al espejo y lloraba mucho. Incluso me dijo: ‘Papá, yo te doy mi mano para que sigas trabajando’”, contó el joven durante el juicio.
Vecinos del Reparto Abel Santamaría, más conocido como El Sala’o, han insistido en que la policía conoce de cerca a la Banda 59. “El jefe de sector tenía una relación con la madre de uno de los pandilleros, y siempre los soltaba, aunque los atraparan en delitos”, dijo uno de ellos al reportero.
“Yo dejo todo en manos de Dios. Lo único que pido es que se haga justicia y que ningún trabajador vuelva a sufrir lo que yo sufrí”, expresó además el joven, que hoy es técnico en Mantenimiento y Redes.
