El tren involucrado, identificado como el Tren Extra 69 y encabezado por la locomotora 312055, transportaba un total de 16 vagones.
En las primeras horas del jueves 12 de septiembre de 2024, un tren de carga sufrió un descarrilamiento en la provincia de Matanzas, Cuba, causando la interrupción del tráfico ferroviario en la crucial Línea Central.
El incidente, que ocurrió en el kilómetro 151 entre las estaciones de Quintana y Jovellanos, no dejó víctimas mortales ni heridos, pero el impacto en la infraestructura ferroviaria es significativo. El accidente afectó aproximadamente 100 metros de vía férrea y ha provocado retrasos en el transporte de pasajeros y mercancías en la Isla.
El tren involucrado, identificado como el Tren Extra 69 y encabezado por la locomotora 312055, transportaba un total de 16 vagones, de los cuales 14 eran planchas portacontenedores pertenecientes a la empresa estatal FerroMar.
Tres de estos vagones, concretamente los números siete, ocho y nueve, se volcaron debido al descarrilamiento. Afortunadamente, el resto del tren, incluida la locomotora, no sufrió daños graves, según los informes de la Dirección General de Ferrocarriles.
Así reportaba el hecho Carlos Clemente Carmona, secretario del Partido en el municipio de Perico.
La interrupción del tráfico en la Línea Central, que conecta el occidente con el oriente de Cuba, ha afectado a miles de personas que dependen del tren como medio de transporte.
El tren nacional de pasajeros número 14, que viajaba desde Guantánamo hacia La Habana, ha quedado varado en la estación de Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, a la espera de que se restablezca el tráfico ferroviario, pues no existe otra vía férrea alternativa, que le permita continuar viaje.
Las autoridades ferroviarias han indicado que se están tomando medidas para atender a los pasajeros afectados durante su estancia en Santa Clara, pero no han ofrecido detalles específicos sobre el tipo de atención que se está brindando.
Las autoridades han indicado que se ha formado una comisión investigadora para determinar las causas exactas del accidente. No obstante, es poco probable que los resultados de esta investigación se hagan públicos, como ha ocurrido en casos anteriores de descarrilamientos. Mientras tanto, los trabajos de reparación de las vías están en curso, indicó el portal oficialista Cubadebate, pero no se ha ofrecido una estimación sobre cuándo se reanudará el tráfico normal en la Línea Central.
Condiciones críticas del sistema ferroviario en Cuba
Este incidente resalta una vez más el deteriorado estado de las infraestructuras ferroviarias en Cuba. El mal estado de las vías y la falta de mantenimiento adecuado son factores que contribuyen a la alta frecuencia de accidentes de tren en el país.
Según declaraciones de Lisvany Fernández Rivero, director general en funciones de la Administración de Transporte Ferroviario, presentadas en marzo de 2024, el 67% de las vías férreas y el 40% de las infraestructuras ferroviarias en Cuba requieren mantenimiento urgente.
Las limitaciones económicas y la falta de divisas agravan la situación, ya que solo se cuenta con una fracción del presupuesto necesario para llevar a cabo las reparaciones y el mantenimiento adecuado de las vías.
Por ejemplo, para el mantenimiento de las vías férreas se necesitan entre 60.000 y 80.000 traviesas de hormigón anuales, pero en 2023 solo se pudieron financiar 15.000.
Además, la producción de traviesas en la Isla ha caído drásticamente, pasando de 51.600 unidades en 2018 a solo 7.200 en 2023. La falta de locomotoras también es un problema crítico: de las 34 locomotoras de gran porte necesarias para el transporte de carga y pasajeros, solo 12 están en funcionamiento.
Este no es el primer descarrilamiento de tren en Cuba en lo que va del año.
En abril de 2024, otro tren se descarriló en la provincia de Sancti Spíritus, lo que afectó el transporte de petróleo y provocó el riesgo de contaminar el río Zaza.
Estos incidentes reflejan la situación crítica de un sector ferroviario que juega un papel esencial en el transporte de mercancías como alimentos, combustible y productos industriales, además del transporte de pasajeros.
Según una fuente cercana al Ministerio, hace varios años, unos trenes que fueron donados a la isla, al ser montados sobre los rieles no funcionaban. La causa se debía a que unos sensores que tenía el tren detectaban el mal estado de las vías e impedían a la maquinaria su marcha. La solución que encontró el Ministerio de Transporte en la isla fue desactivar los sensores, para que las locomotoras funcionasen.
Actualmente, ninguna de esas locomotoras se encuentran en funcionamiento.
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