Las recientes declaraciones de la influencer cubana Sachy Sánchez, amiga cercana de la familia de El Micha, han encendido la polémica alrededor del regreso del reguetonero a la isla. Durante su participación en el pódcast “Destino Tolk”, Sachy no se guardó nada al hablar sobre la decisión del artista de volver a vivir en Cuba, dejando en Miami a su esposa, Ana María Daniel, y a sus dos hijos.
Mientras El Micha ha confirmado públicamente que planea establecerse nuevamente en su país natal después de varios años en Estados Unidos, sus motivos todavía generan preguntas. Pero las palabras de Sachy abrieron una nueva arista: el impacto que esta decisión habría tenido sobre su familia.
A lo largo del episodio, la influencer describió un escenario difícil y aseguró que su percepción del artista cambió por completo. “Por supuesto que el respeto que yo le tenía y el cariño que yo le tenía a El Micha se fue para el piso completamente. ¿Sabes por qué? Porque yo soy mamá y yo soy una madre soltera, yo mantengo a mis hijos…”, expresó con evidente molestia.
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Sachy, que ha mantenido una relación cercana con la pareja, fue más allá y relató cómo habría quedado Ana María tras la partida del reguetonero. “Entonces él se fue y ella se quedó sin nada, sin nada. Él se fue para Cuba, se compró un carro en Cuba, porque él le habían dado un dinero aquí, y se compró un carro en Cuba, andaba en Varadero con una pila de gente y la que le resolvió el problema [a su esposa] fui yo”, afirmó, dejando claro que intervino para que la familia del artista no quedara desamparada.
La influencer explicó que decidió hablar públicamente del tema porque, según ella, la imagen pública del cantante no se correspondía con su comportamiento privado. “¿Tú sabes por qué lo hice público? Lo hice público para que la gente vieran quién era él de verdad, una persona que no es buen padre, que no puede sustentar”.
La crítica principal no fue sobre la decisión del músico de regresar a Cuba, algo que ella misma reconoce como personal y legítimo, sino sobre cómo habría manejado la situación familiar antes de marcharse. “Tú te puedes ir para Cuba, está bien, pero deja a tu familia aquí bien, no en la calle sin comida, sin el dinero para pagarle al chico de la piscina, para pagar la luz, el agua, el mortgage (la hipoteca), la renta, la comida porque ellos no cogen food stamps”, dijo, subrayando que la familia no calificaba para ayudas estatales en Estados Unidos.
El tono emocional de sus palabras no pasó desapercibido. Al hablar como madre, amiga y testigo de lo ocurrido, Sachy puso sobre la mesa un debate fuerte dentro de la comunidad cubana en Miami: la responsabilidad paterna y el deber moral de quienes alcanzan éxito económico en el exterior.





