Luego de días de espera, solidaridad y una movilización colectiva, el cuerpo de una cubana identificada como Yadria Artiles Guerra – anteriormente había sido identificada como Yadira – llegó finalmente a su tierra natal este 19 de julio, tras fallecer el pasado 9 de julio en Moscú, Rusia, víctima de un presunto infarto.
Originaria de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, Yadria emigró a Rusia en busca de mejores oportunidades. Su muerte, repentina y dolorosa, dejó consternados a familiares, amigos y conocidos, quienes rápidamente se volcaron a redes sociales para buscar ayuda, recaudar fondos y lograr lo impensable: repatriar su cuerpo desde Moscú hasta Cuba, algo que para muchas familias migrantes se convierte en un objetivo inalcanzable.
Gracias a la colaboración de personas cercanas, cubanos solidarios e incluso influencers que impulsaron la campaña de recaudación, el cuerpo de Yadria fue enviado en ataúd desde Moscú, llegando a Varadero este viernes a las 4:00 p.m. De allí, fue trasladado hasta la funeraria de su municipio, donde decenas de personas se congregaron esa misma noche para darle su último adiós.
Las redes sociales se convirtieron en un mural de duelo. Decenas de mensajes de despedida inundaron las publicaciones: “Que en paz descanse”, “EPD mi niña”, “fuerza para su familia”, eran las frases más repetidas. También se hicieron notar las expresiones de gratitud hacia quienes colaboraron en el proceso. “Gracias a Dios y a todos los que aportaron para que esto fuera posible”, escribió una usuaria, reflejando el sentir colectivo.
Casada con un joven identificado como Yosvani Maqueira, también viviendo en Moscú, Yadria tenía varios perfiles de Facebook. En el último que parece el más actualizado, su ultimo post data del 20 de junio donde publicó un video con la pedida de mano a una joven en un parque de la isla. Hoy, mientras su pueblo la despide, su historia se convierte en un símbolo de lo que pueden lograr la solidaridad y el amor ante la adversidad.
A pesar de la tristeza que marcó la jornada, el regreso del cuerpo de Yadria a su hogar también fue visto como una victoria moral en medio del dolor. No todas las familias cubanas que sufren pérdidas fuera del país logran despedirse como corresponde. En este caso, la comunidad se sobrepuso a la distancia, a los costos y a los obstáculos, logrando lo esencial: que Yadria descansara junto a los suyos.
Otros casos similares
Además del caso de Yadria, otros cubanos han muerto en el extranjero y sus restos fueron llevados de vuelta a la isla tras campañas solidarias. En febrero de 2025, elTOQUE informó sobre Denis Columbié, ciudadano cubano que falleció en Moscú el 24 de febrero, aparentemente por un infarto. A pesar de las complicaciones burocráticas, la familia logró repatriar su cuerpo luego de solicitar apoyo al Consulado, marcando un proceso complejo pero finalmente exitoso.
Otro caso reciente se vivió en julio de 2025, cuando las cenizas del joven migrante Darien Heredia, quien murió en Rusia por una presunta neumonía bacteriana, fueron llevadas a Santiago de Cuba. Su familia las esparció en el mar en un acto emocional que simbolizó el retorno de un cuerpo que nunca pisó de nuevo la isla en forma física.
También hubo campañas en redes para repatriar a cubanos que fallecieron en el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania. ElTOQUE y Cuballama han documentado casos de Yoendris Hardy Hernández («Paito»), fallecido en Rusia a los 36 años, así como otros como Carlos Yohan Ramírez en Grecia y Javier, en México. En todos ellos, comunidades cubanas y simpatizantes se movilizaron para reunir fondos que permitieran devolver los restos a sus hogares.
Estos episodios reflejan una constante: la migración forzada o económica expone a vidas jóvenes a desenlaces trágicos, pero también despierta redes de apoyo que logran lo que muchos creían imposible: repatriar cuerpos desde lejos y ofrecer un cierre humano y digno a las familias
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