La joven habanera Ayumi Leiva luego de convertirse en el primer exponente del judo cubano en darle a España un título europeo, espera repetir otra gran faena desde hoy en el campeonato nacional absoluto ibérico con sede en Islas Canarias, el primero del nuevo ciclo olímpico que finalizaría en Los Ángeles en 2028.
Hace tan sólo un par de semanas , la ahora hispano-cubana de 22 años, enfrentó en la ciudad polaca de Pila a su primer campeonato europeo en la categoría de 52 kg y terminó con la medalla de oro a costa de una de las favoritas para así protagonizar un brillante 2024 pues en su camino hacia la corona continental había conseguido el bronce en el Grand Slam de Astaná y luego la plata en el Grand Prix de Portugal, eventos de primer nivel donde tristemente han desaparecido del podio las mujeres de la selección cubana.
Ayumi Leyva obtuvo la nacionalidad española en julio de 2023 tras desertar en Madrid en agosto de 2021 junto a Nahomys Acosta, antes de participar en un clasificatorio para los Juegos Panamericanos Junior de Cali. Luego fue acogida en Valencia para continuar con su carrera deportiva.
Ha declarado a la prensa en España que la razón de su fuga fue «porque se sentía humillada y maltratada» por sus profesores y narró lo que era a su juicio una jornada en el equipo nacional.“Un día allí era muy duro. Tenías que estar todo el tiempo aguantando los malos tratos de los entrenadores, no podías opinar, no podías preguntar, te humillaban… Aguanté un año, pero no lo podía soportar”, recuerda la judoca a «AS».
Su triunfo en el reciente campeonato europeo fue elogiado en redes sociales por numerosos de sus compatriotas entre ellos la considerada la mejor judoca cubana de todos los tiempos, Driulis González, quien desde 2021 decidió establecerse en Miami para continuar entrenando a las nuevas generaciones. «Bendiciones. Muchas Felicidades. «le escribió la guantanamera multimedallista olímpica y abanderada de la delegación cubana a los Juegos Panamericanos de 2007.
Leiva es una de las nuevas promesas del judo español y muchos esperan verla en la delegación de su nuevo país en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Ha sido 2024 un año donde otros cubanos han brillado con la bandera española como el triplista Jordan Díaz, campeón olímpico y europeo, y el boxeador Enmanuel Reyes, bronce olímpico en París.
En contraste la temporada fue funesta para el judo cubano: por primera vez se queda sin medallas en Juegos Olímpicos, en 48 años , luego de la presea de oro de Héctor Rodríguez en Montreal 76 (sin contar sus ausencias por los boicots de 1984 y 1988). Sus cuatro judocas fracasaron en la cita parisina.
Pero desde días atrás se habían ya realizado fuertes críticas contra la dirección técnica de las preselecciones nacionales por los malos resultados internacionales que se han estado obteniendo en los circuitos euroasiáticos, como los Grand Slam y Grand Prix.
.El judo ha sufrido en los tres últimos años una oleada de fugas, por vía legal e ilegal, e incluso de deportistas que han culpado a la Federación Cubana por sus bajas del equipo. Una sangría que incluye además a experimentados entrenadores.
La última escapada de la que se tenga noticia estuvo a cargo de Dayle Ojeda (31 años, +78 kg) que también espera en Valencia por su pasaporte español. La cubana no regresó a La Habana desde los Juegos de París, donde actuó como sparring de la plurimedallista olímpica Idalys Ortiz.
Antes de París sorprendió la fuga a fines de abril del veterano Magdiel Estrada cuando estaba a punto de conseguir su clasificación olímpica. Estrada, 30 años, había competido en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y en Tokio 2020. El cubano, multimedallista regional, escapó en Río de Janeiro durante un campeonato panamericano.
Otra conocida figura, la santiaguera Kaliema Antomarchi, medallista de bronce en el Mundial de Budapest (2017) y subcampeona en los Juegos Panamericanos de Lima (2019), había partido antes, en septiembre de 2023, por el aeropuerto de La Habana, con rumbo a Serbia tras contraer matrimonio con el judoka local Bojan Dosen.
La salida de Antomarchi coincidió con la fuga en Canadá de las judocas Samarys Gregorio, Odelin García y Yurisleydis Hernández, que dejaron al equipo que ganó el segundo lugar en el Campeonato Panamericano y de Oceanía celebrado en Calgary.
A fines de mayo habían escapado otras cinco judokas que realizaban una concentración en Francia: Vanesa Godinez (48 kg), Mellisa Hurtado (52 kg), Santa Virgen Romero (78 kg), Blanca Elena Torres (52 kg) y Lutmary García (63 kg).
La cadena de fugas también incluyó a la doble titular paralímpica Dalidaivis Rodríguez antes de participar en el Torneo Panamericano de la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA, por sus siglas en inglés), en la ciudad de Edmonton, Canadá.
Aún no se han anunciado públicamente los presuntos cambios en las direcciones técnicas de los equipos ni si los pésimos resultados provocarán también que se tambaleen los jefes del judo nacional. Contrario a lo que se pensaba, los estrechísimos vínculos con los jerarcas de la Federación Internacional de Judo en lugar de frenar la fuga de talentos que incluye a atletas y entrenadores, pues lo que parece es que la bola pica y se extiende.





