El nieto más mediático del exgobernante cubano Fidel Castro, Sandro Castro, habría sido detenido el pasado 24 de diciembre por un policía de tránsito en la conocida Quinta Avenida de La Habana, según reveló este sábado CiberCuba.
Las exclusivas imágenes publicadas por el medio independiente muestran a Castro, que se ha autodenominado como un “joven revolucionario” o “el rey de la noche”, conversando con el agente mientras éste le revisa sus documentos.
Según un testigo de lo sucedido en el municipio de Playa, el polémico dueño del bar EFE se desplazaba en un automóvil de alta gama, cuyo modelo no pudo ser identificado, cuando fue detenido en la conocida arteria de la capital, una de las más transitadas por su abuelo.
De acuerdo con la misma fuente, durante este control de tránsito, que no concluyó con una multa, Castro se veía relajado y sonriente, lo que se corresponde con la percepción de muchos cubanos sobre el trato diferenciado que reciben los miembros de la élite castrista.
No en vano muchos internautas han reaccionado a la publicación resumiendo que la presunta detención habría sido solo un montaje.
“Eso no se lo cree nadie”; “Eso es pura película” y “Quisiera saber cómo se ‘filtró’ la foto. Esto me huele a premeditación. ¿El objetivo? Seguir siendo tendencia en redes sociales y desviar la atención de temas más sensibles para la población”, comentaron al respecto.
En torno a lo que otros han calificado como “otra obra de teatro más”, también se hizo referencia a las nefastas consecuencias que podría traer para el oficial no conocer al “humilde Sandrito”. “Pobrecito, lo cara que le va a salir la ignorancia…”; “Siento que se va para Oriente a pie” y “Solo le estaba pidiendo un autógrafo”, dijeron sobre el policía.
Hay que recordar que el joven Castro es tristemente célebre por hacer gala de su ostentoso estilo de vida en un país marcado por una severa crisis económica.
En las últimas semanas el privilegiado joven ha desatado todo tipo de críticas por celebrar lujosas fiestas, mientras especula con impunidad de una realidad inalcanzable para la mayoría de los cubanos.
En 2021 el propio Castro generó otra amplia ola de malestar social tras alardear de su acceso a vehículos de lujo.





