Según una denuncia hecha en las redes sociales serían ya, con este, tres casos graves en Cuba de abuso infantil reportados en una semana, todos con patrones similares. Sin embargo, la autoridad no oficial – pero casi – en la provincia lo desmiente.
Un nuevo caso de abuso infantil estremeció las redes sociales cubanas este miércoles, y con él ya sumarían tres denuncias graves en menos de una semana. Esta vez, el escenario habría sido en Cienfuegos, donde una pareja fue acusada de golpear brutalmente a su hijo pequeño y dejarlo amarrado a una silla por varias horas. El niño, según la denuncia original, fue encontrado por su abuela materna, deshidratado, en estado de shock, con evidentes hematomas y signos de haber sido inmovilizado con fuerza.
Los señalados por la comunidad fueron Enrique Salazar González y Eylin Ramírez Díaz, padre y madre del menor, quienes según publicaciones de vecinos, estaban siendo buscados por la policía. La denuncia se difundió en las redes, y se compartieron detalles del estado del niño: golpes en el rostro y el torso, marcas de presión en las muñecas y un cuadro de desnutrición emocional severo. El niño – dijeron – fue ingresado en el hospital provincial de Cienfuegos, donde permanecía bajo vigilancia médica.
“Lo encontraron llorando en silencio, amarrado a una silla”, relató un testimonio comunitario. “La abuela lo rescató. Lo que hay que pedir ahora es justicia.” Un post que luego fue borrado.
La denuncia, llegó en un terrible momento; con casos similares reportados en Matanzas, donde el pequeño Roberto Carlos Suárez Machado, de dos años, murió el pasado 19 de julio tras ingresar al hospital con múltiples hematomas y un shock séptico, lo cual llevó a la madre y el padrastro a enfrentar cargos por homicidio intencional.
En otro caso confirmado, en Holguín, otro menor fue hallado con heridas faciales compatibles con un arma blanca, presuntamente atacado dentro de su propio hogar.
Sin embargo, la página conocida como «Las Cosas de Fernanda», manejada por el MININT en la provincia de Cienfuegos, al hacerse eco de este nuevo caso lo desmintió de manera rotunda y absoluta; lo cual seguramente provocó el borrado del denunciante.
Según la página oficialista, «la familia protagonista de esta historia es sumamente responsable y cariñosa», y agregó que el bebé, identificado en la foto que circuló por las redes como «Edgar», fue un niño «súper deseado por Enrique y Eilym una feliz pareja que hoy vive en la habana junto a los abuelos siendo parte esencial en la educación y amor que recibe día a día».
La página, aunque no fue explícita en el por qué, reconoció que «la crianza de estos tiempos es compleja por disímiles razones» pero aseguró que eso no «implica maltrato ni desamparo».
Las Cosas de Fernanda culpó del rumor propagado a «rencores de una novia dejada», y dijo haber indagado en el entorno de «vecinos y familiares sobre la presencia de maltratos o quejas sobre su cuidado en el entorno familiar» y aseguró que «las respuestas resultaron negativas».
No obstante, desde distintos puntos del país, con casos sí confirmados por las autoridades, los ciudadanos cubanos comparten la misma sensación: algo está fallando profundamente en los sistemas de protección a la infancia en Cuba. Lo que antes era excepción, hoy parece convertirse en una secuencia macabra. La impunidad, el silencio institucional y la desprotección estructural son ahora parte del problema. Un problema que se acrecienta cuando las autoridades oficiales no dan, o demoran en dar, la orientación precisa a comunicadores y periodistas para que confirmen o desmientan los rumores que surgen siempre dentro de la población.
Por ahora, la justicia y la transparencia informativa en la isla sigue siendo una expectativa. Pero cada día que pasa sin una respuesta clara de las autoridades, es un día en que crece el miedo de que el próximo caso esté ya en camino.





