En días recientes Sandro Castro, el nieto más mediático de Fidel Castro, dio una entrevista exclusiva al canal argentino TN a través de una videollamada desde La Habana.
El joven de 33 años, dueño del bar EFE, ubicado en la céntrica esquina de 23 y F en el barrio capitalino de El Vedado, aseguró que no se mete en política. “Lo mío es hacer reír a la gente”, dijo.
“No me meto en político porque no es lo mío. Solamente me gusta ser un creador de contenido. Prefiero que la gente se ría conmigo”, insistió.
“No ofendo a nadie. Me gusta el arte y el humor. No hablo de política porque no es lo mío”, afirmó quien en redes sociales, donde cuenta con miles de seguidores, asume el personaje de “Vampirash”, un amante de la cerveza, la noche y la fiesta.
“Siento orgullo de ser un Castro, pero no tengo privilegios. Soy un joven de esta época”, recalcó.
“Sí me considero un revolucionario porque amo a mi país, amo a Cuba y estoy aquí”, apuntó
“Sufro apagones como todos. Vivo de mis negocios, soy sencillo y me muevo libremente”, aseguró el influencer.
Según Sandro, ha desarrollado sus negocios gracias a su espíritu emprendedor, no al apoyo económico de su familia.
“Trabajo desde los 14 años. Mi primer bar lo abrí con un préstamo de un amigo italiano”, subrayó al señalar que ahorrando ha levantado “cada proyecto por mí mismo”.
Sandro se volvió tendencia en redes en 2021, cuando, en una aguda escasez de combustible, se filtró un video donde manejaba un Mercedes Benz por una carretera cubana.
“Di mis disculpas en su momento. No era mi intención mostrar algo que no soy”, explicó sobre algo que hizo con un auto, según él, prestado.
“Trato de no responder a esas personas. Respeto las opiniones, pero sigo enfocado en mi contenido”, añadió sobre quienes lo critican por vivir al margen de la realidad cubana.
Por otro lado, el joven destacó que no le gusta hablar de los apagones, la crisis migratoria o la represión del 11J. “Estamos combatiendo, queremos una mejoría. Tengo fe en que todo mejorará”.
“Me gustan el arte, el deporte. Mi abuelo fue un gran ídolo, siempre apoyó a los artistas. Creo que estaría orgulloso de mí”, agregó al dejar claro que su campo es la cultura.
Para muchos, Sandro, que insiste en compararse con un cubano común, es el símbolo del declive de la Revolución cubana.
Sandro es hijo de Alexis Castro Soto del Valle, uno de los hijos de Fidel con Dalia Soto del Valle, y de Rebeca Arteaga.
Vivió durante su infancia en las inmediaciones de Punto Cero, el complejo familiar de los Castro en La Habana.
Idalmis Menéndez, expareja de Álex Castro, tío del joven, Sandro creció rodeado de lujos, ajeno a las penurias de los cubanos.
