La madre del preso político cubano José Gabriel Barrenechea, Zoila Esther Chávez, murió en la tarde de este domingo 4 de mayo sin poder despedirse de su hijo, según confirmaron activistas en redes sociales.
La mujer de 84 años, que había perdido el habla y presentaba una respiración tenue, falleció en el poblado de Encrucijada, Villa Clara, tras pasar sus últimos seis meses de vida lejos de su hijo.
“No pudo ver a su hijo. Caiga sobre la conciencia de los corruptos que oprimen al pueblo de Cuba el dolor de esta madre”, expresó la periodista independiente Yania Suárez sobre la señora, víctima de un cáncer terminal de vejiga.
“Zoila ha fallecido sin ver a su hijo. Hemos sido testigos una vez más de lo cruel que puede llegar ha ser este régimen. Ni perdón ni olvido. Descansa en paz, Zoila, que la tierra te sea leve”, dijo por su parte Yamilka Lafita, más conocida como Lara Crofs.
“Dejaron morir a Zoila sin ver a su hijo. Nunca voy a olvidar semejante tortura. Lo que han hecho no tiene nombre. Ustedes no merecen misericordia ni perdón”, escribió asimismo el periodista Mario Pentón.
Hace varios días el poeta y amigo de la familia, Otilio Carvajal, había informado que el estado de la señora era crítico.
Barrenechea, escritor y periodista independiente, se encuentra preso desde noviembre de 2024 en la prisión La Pendiente, en Santa Clara, bajo acusaciones de desorden público por protestar públicamente contra los apagones. No se le ha celebrado juicio ni se le ha precisado tampoco una fecha para ser juzgado.
Calificado como arbitrario por organismos defensores de derechos humanos, el encarcelamiento de Barrenechea impidió que siguiera ciudando a su madre.
A mediados de abril se hizo viral un mensaje que Zoila, muy enferma y sola, envió para que su hijo fuera liberada.
“A veces me siento mal, cierro la puerta porque tengo miedo, me acuesto y le pido a Dios y a la Virgen que me ayuden y me dejen amanecer, porque lo único que quiero es, antes de morirme, aunque sea estar un mes con mi hijo; lo que más ansío es verlo entrar por esa puerta”, expresó entre lágrimas.
“Ya no puedo sufrir más, este corazón no puede”, declaró en un video difundido en redes sociales. “¿Por qué no me sueltan a mi hijo? ¿Qué ha hecho? ¿Qué ha hecho para que me lo tengan encerrado?”.
Pese a que organizaciones de la sociedad civil cubana exigieron que Barrenechea fuera liberado, el régimen cubano hizo oídos sordos a su llamado.





