Uno de los grandes símbolos de la escuela pianística cubana, la profesora Pura Ortiz Arteaga, falleció este lunes en La Habana a los 88 años de edad.
Ortiz Arteaga, nacida en 1935, desarrolló una carrera llena de lauros en la música cubana e iberoamericana. Comenzó su trayectoria profesional como pianista del Canal 2 de la televisión cubana en 1951 e integró en 1962 la Orquesta Sinfónica Nacional como solista. También fue integrante del adelantando Conjunto Instrumental Nuestro Tiempo y formó parte del Trío de La Habana.
Su obra y reputación cruzaron las fronteras cubanas. En su carrera destacó de forma sobresaliente su trabajo con la Orquesta Sinfónica de Cordova, España, con los que montó las operas El Trovador, Don Pasquale, La Boheme así como la zarzuela Cecilia Valdés, entre otras.
Fue fundadora del Coro Nacional de Cuba y una profunda conocedora de la pianista cubana, lo que la llevó a interpretar obras de compositores del nivel de Alejandro García Caturla, Amadeo Roldan y Manuel Saumell, entre otros.
Su muerte ha sido considerada una gran pérdida para la música cubana y su hijo, el actor René de la Cruz, ha recordado su legado en un mensaje en su perfil de Facebook, en la que recibió decenas de mensajes de condolencia y de admiración por la obra que entregó Ortiz a la cultura cubana.
Como pianista acompañante Pura Ortiz trabajó al lado de grandes músicos cubanos. Además, su labor como profesora en el Instituto Superior de Arte marcó a numerosas generaciones de músicos cubanos y contribuyó de forma decisiva a la interpretación de este instrumento en Cuba.





