Un adolescente cubano de 14 años se encuentra hospitalizado tras recibir un disparo de un policía en horas de la noche del pasado martes en la ciudad de Camagüey, según confirmó una nota del Ministerio del Interior (Minint) compartida por la televisión local en redes sociales.
El comunicado oficial, que calificó a la prensa independiente como “cibermercenarios que generan campañas difamatorias y subversivas contra las autoridades cubanas”, aseguró que el “lamentable” incidente se trató de un accidente en el que el oficial también resultó herido.
“Preliminarmente se ha conocido que de manera accidental un agente del orden y el menor resultaron heridos cuando se le escapó un disparo al propio oficial de su arma reglamentaria”, apuntó el texto.
El Minint aclaró asimismo que el menor herido, “controlado por su pésima conducta social”, “portaba un arma blanca y se resistió a la detención”.
“Inmediatamente el menor recibió atención médica en el Hospital Provincial Infantil Eduardo Agramonte Piña, con acompañamiento a la familia en el centro hospitalario”, añadió la versión oficial.
“Fue intervenido quirúrgicamente, está consciente y su vida no corre peligro”, señaló el texto al recalcar que “el agente del orden también recibió asistencia médica”.
Igualmente trascendió que en el momento de la detención el adolescente no llevaba consigo documentos de identificación.
Si bien el Minint resaltó que “continúan las investigaciones para el total esclarecimiento del hecho”, insistió en que la víctima es monitoreada por el Consejo de Atención a Menores Provincial de Camagüey “por sistemáticas transgresiones de la ley, con hechos que se tipifican como delitos”.
De acuerdo con varios testimonios citados por el periodista independiente camagüeyano José Luis Tan Estrada, el disparo accidental se produjo durante “un forcejeo entre el policía y el niño”.
“El proyectil alcanzó al menor, aunque sin comprometer órganos vitales”; en tanto “el agente sufrió una lesión en la mano, causada por el trayecto del proyectil”, detalló el reportero.
No obstante, una fuente especializada declaró al propio Tan Estrada que, “para que un arma de fuego se dispare, primero el agente debe sacarla de su funda, cargarla (montar el arma) y presionar el gatillo. Cada uno de esos pasos requiere una acción consciente. Eso indica que hubo intención de apuntar o, al menos, de usar el arma como forma de intimidación”.
