En medio de un fenómeno viral que ha conquistado a Cuba, Milena Sánchez Rodríguez —mejor conocida como “Milenita”— ha sorprendido a su audiencia con una tierna y nostálgica revelación: una fotografía inédita de Milena Sánchez Rodríguez —mejor conocida como “Milenita”— donde se le ve siendo una niña, al lado de su querida abuela. La imagen, compartida bajo el característico “¡Miren esta foto, mi genteeeeeeeeeeee!”, ha desatado una oleada de emoción entre los seguidores de la ya influencer.
Desde que su video en el que llega a Cuba en un auto alquilado, con guantes rosados adornados con perlas y labios rojos impecables, se volviera tendencia en redes, Milenita se ha convertido en un ícono de estilo, carisma y autenticidad.
Con su saludo emblemático, “Mi genteeeeeeeeeeee”, y una personalidad que mezcla humor y elegancia, ha logrado un vínculo cercano con seguidores de todas las edades. En la foto, la vemos de niña, risueña y natural, irradiando la misma chispa que hoy la define.
Los comentarios que acompañaron la publicación honran ese vínculo familiar y su crecimiento: “Una niña linda que creció con sueños grandes… y los cumplió” se lee en redes, donde Milena es elogiada no solo por su belleza exterior, sino también por su humildad y profesionalidad. Los usuarios destacan la figura de la abuela como pilar del hogar y sostén emocional, y celebran que Milena se haya convertido en doctora, se haya casado con su “príncipe azul” —apodado cariñosamente “El Puti”— y mantenga una conexión genuina con sus raíces.
Un comentario especialmente emotivo proviene de Kenia Pérez, quien descubre un lazo familiar: resulta que la abuela Oria, la misma de la foto, es prima hermana de su mamá. “Somos familia”, sostiene, y le envía bendiciones. Esa calidez y cercanía demuestran cómo los fans de Milenita no solo admiran su contenido, sino que también se sienten parte de su historia personal.
Milenita ha demostrado que detrás del glamour hay una historia de esfuerzo, valores y alegrías compartidas en familia. Además de su creciente popularidad en Facebook e Instagram —donde anuncia apariciones en programas como “Tóxicos” y comparte su vida en Varadero—, ha logrado mantener un equilibrio entre su vida profesional, su rol como esposa, y esa espontaneidad que la define.
El fenómeno Milenita, lejos de ser solo una combinación de estética y autenticidad, es en realidad un ejemplo de cómo convertir el escarnio en empoderamiento.
En su primer video viral, donde llegaba emperifollada a una humilde casa de madera y zinc, muchos intentaron destrozarla con burlas crueles y comentarios clasistas. Sin embargo, Milena no se achicó. En vez de pedir disculpas, llorar o desaparecer de las redes, convirtió ese momento en la piedra angular de un personaje fuerte, glamoroso y libre.
Se apropió de sus gestos, su estilo y su famosa frase “Mi genteeeeeeeeeeee”, con una buena dosis de humor e inteligencia, y mucho, mucho maquillaje, comenzó a ridiculizar no a sí misma, sino a quienes la subestimaron. En lugar de ser víctima del bullying, se transformó en reina del show, y ya colabora con diversas marcas. Actualmente cuenta ya con una base de 70 mil seguidores y un perfil de Facebook verificado y todo.
En los últimos meses, su presencia en redes la ha impulsado a espacios más formales, pero es esta foto infantil, junto a su abuela, la que humaniza su imagen y revela los cimientos de una influencer cuya historia inspira tanto como entretiene.
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