La influencer cubana Flor Danay Hernández, más conocida en redes como Flor de Cuba, volvió a colocarse en el centro de la polémica tras lanzar duras declaraciones contra la cantante La Diosa y el youtuber Alexander Otaola. En un video difundido esta semana, la creadora de contenido aseguró que la intérprete de “La papaya de 40 libras” “le suministra drogas a los artistas”, un señalamiento que inmediatamente encendió las redes.
El comentario de Flor llega en medio de un enfrentamiento legal y mediático con Otaola, a quien ha demandado en Miami por difamación. El conductor, muy cercano a La Diosa, ha utilizado el caso de una exmodelo cubana en situación de indigencia para cuestionar la credibilidad de Flor de Cuba y de su antigua academia de modelaje en La Habana.
En su video, la influencer respondió con fuerza: “Te burlas de ella y le dices ‘crackera’, con tantas madres que están pasando por un proceso de adicción a las drogas en Cuba, con sus hijos, con el químico. Y tú te burlas así, cuando tienes amigas como La Diosa que le suministran drogas a los artistas y eso tú no lo denuncias”.
La acusación cayó como bomba. Flor de Cuba puso en entredicho la relación entre Otaola y La Diosa, una de las voces más populares y también más controvertidas de la música cubana actual. El señalamiento, además, toca un tema sensible: el impacto de las adicciones en familias cubanas, un problema que suele quedar al margen de los titulares.
En sus historias de Instagram, Flor publicó el fragmento de una antigua entrevista de La Diosa con Otaola, donde la cantante asegura haber suministrado drogas al reguetonero cubano Chocolate MC a cambio de una colaboración musical. “Ya sabemos por qué está tan preocupada La Diosa con la situación de Chocolate”, escribió.
Flor también defendió la seriedad de su academia, que en su momento capacitó a centenares de jóvenes en la Isla. “Te agarras de esa exmodelo en estado de calle y adicta en consumo para dar validez de que mi academia no servía, eso se llama falacia por testigo irrelevante. Una persona en situación de calle no es prueba de nada. Estás tratando de desacreditarme y de nuevo, seguir manchando mi dignidad, con una voz que no cuenta”, afirmó con visible indignación.
La influencer insistió en que su proyecto benefició a miles de mujeres en Cuba. “Tengo estudiantes reales, tengo mujeres que pasaron por mi academia y les cambié la vida. Más de 3.000 personas obtuvieron clases, aprendieron y mejoraron muchísimas habilidades”, aseguró. Sus palabras buscaron contrarrestar la narrativa que Otaola ha difundido en sus transmisiones, donde la acusa de manipulación y engaño.

Pero más allá de la disputa pública, Flor de Cuba también compartió un testimonio personal que resonó con muchos de sus seguidores. “Yo no he tenido que hacerme la víctima, el drogadicto que se recupera, para tener algo que contar. Tuve un pasado difícil, soy adicta, pero me rehabilité, me levanté y ahora mantengo a mi familia gracias a mi trabajo. No es una vergüenza, es un orgullo y no lo llevo como una bandera de víctima, lo llevo como una bandera de ganadora”.
El video ha corrido como pólvora en la diáspora cubana, que sigue con atención cada choque entre Flor de Cuba, Otaola y La Diosa, tres figuras que dominan titulares y debates digitales. Mientras tanto, la pregunta que queda flotando es hasta qué punto la confrontación es un ajuste de cuentas personal o un reflejo de luchas más amplias en la comunidad artística cubana.





