La madre de Yelenis La Tigresa, Bárbara García, ha roto el silencio tras el incidente ocurrido en un concierto del reguetonero cubano Oniel Bebeshito en Camagüey, donde su hija fue maltratada por un miembro del equipo de seguridad que, según el artista, no pertenece a su equipo personal.
El desafortunado evento ha levantado un intenso debate y críticas hacia el manejo de la seguridad durante el acto y ha captado la atención de numerosos seguidores y medios de comunicación.
Como ya se conoce, todo sucedió cuando Yelenis, conocida entre los seguidores del cantante como La Tigreza, subió al escenario con la intención de abrazar y besar a Bebeshito. Según relata su madre, Yelenis es una fan devota del artista y su intención nunca fue causar un disturbio.
Sin embargo, lo que iba a ser un abrazo y un beso, no terminó como esperaba. Un miembro del equipo de seguridad, conocido como Garinga, intervino de manera abrupta y, según la madre de Yelenis, la trató de forma inadecuada y violenta.
“No acabo de entender porqué Garinguita me la compró (sic) y la tiró, como si fuera un objeto. No entiendo, porque ese niño siempre se ha llevado bien con mi hija y más sabiendo que mi hija tiene la barriga con 5 operaciones de colon,” expresó Bárbara García en una declaración a CiberCuba.
Bárbara envió un mensaje similar a varios influencers y páginas, agradeciendo el apoyo brindado a su hija. En sus palabras, la madre destaca la fragilidad de la salud de su hija, quien ha enfrentado serios problemas médicos desde su nacimiento.
“Todo Camagüey sabe cómo estuvo mi hija de enferma y con eventos de gravedad por 11 años desde que nació,” señaló, mostrando su dolor y frustración por la situación.
Sin embargo, a pesar de la violencia experimentada, tanto madre como hija han mostrado una actitud conciliatoria y comprensiva hacia el artista.
En un video en directo en su cuenta de Instagram, La Tigreza expresó su apoyo a Bebeshito:
“No quiero que pierdas tu carrera artística. Eres una persona talentosa y sé que esto no fue tu culpa. Solo quiero que la gente entienda que soy una gran admiradora y solo quería saludarte.”

Por su parte, la madre, en un mensaje recibido por este redactor, expresa:
«(…) mi hija no merecía ese acto de violencia; eso fue injusto, pero bueno que Dios se encargue de poner todas las cosas en su lugar (…)».
Este incidente ha suscitado un amplio debate sobre la seguridad en los conciertos y el trato hacia los fans.
La defensa de una madre hacia su hija y las palabras de Yelenis pidiendo comprensión resaltan la necesidad de un balance entre la seguridad y el respeto por los seguidores en eventos en vivo; pero también – si sumamos ese pedido/deseo de su madre a que sea Dios quien haga justicia – revelan a las claras cómo esté entronizada en la isla y normalizada la violencia de género.
Numerosos activistas, influencers, y medios, exigen desde sus trincheras – el periodismo y la comunicación – que se haga justicia. Aunque todos concuerdan en la necesidad de sancionar a «Garinga», todos coinciden en reconocer que el problema de la violencia de género es mucho más amplio, y precisa ser abordado urgentemente en el país desde la educación en el hogar, las escuelas y los medios de comunicación (prensa, radio y televisión) de manera integral.





