Ni luces, ni micrófonos de oro, ni una orquesta detrás. Solo su voz. Laritza Bacallao bastó de sí misma para volver a encender las redes con la chispa del talento auténtico. Esta vez, la cantante cubana se lució en el pódcast del reguetonero Baby Lores, donde regaló una interpretación a capella del clásico “You Make Me Feel Like (A Natural Woman)” de Aretha Franklin, que dejó a más de uno con la piel erizada.
El momento, que se dio de forma espontánea durante la entrevista, fue como una descarga en plena madrugada habanera: íntima, poderosa y directa al alma. Sin instrumentos ni artificios, Laritza demostró que cuando se tiene voz de verdad, no hacen falta adornos. Su dominio del inglés, la emoción en cada nota y la capacidad de sostener ese tema sin respaldo musical convirtieron aquel instante en oro viral.
Pero la cosa no quedó ahí. Como quien se sabe dueña del escenario, aunque esté en un estudio de grabación, Bacallao se montó también sobre los acordes de “On The Radio”, aquel himno de Donna Summer, y “My Heart Will Go On”, el inolvidable tema de Celine Dion. Y lo hizo con una soltura que dejó claro que su talento no conoce fronteras ni géneros.
Lea más: Laritza Bacallao se cambia la sonrisa en Miami
Las redes no tardaron en estallar. “Una de las mejores voces de Cuba”; “Madre mía, qué voz”; “La mejor de las cubanas, qué voz e interpretación, fuera de serie”; “Eso sí es tener talento wow wow wow”, escribieron algunos usuarios. Cada comentario era un aplauso digital, una ovación desde cualquier rincón del mundo donde late un corazón cubano.
Tampoco faltaron quienes compararon a Laritza con su colega del género La Diosa. Esta última se animó a salir de su zona de confort hace unos meses y lanzó un tema en inglés -idioma que no habla con fluidez- que desató todo tipo de opiniones en redes. “Hay niveles, Diosa, aprende aquí”; “Es verdad que La Diosa no sé si un día tuvo voz, porque no la seguía antes, pero ahora no tiene ninguna”, se lee en la caja de comentarios del video de Laritza.
Muchos coinciden en que Laritza tiene ese raro don de conectar con su gente, ya sea desde un escenario en Hialeah, una pantalla en La Lisa, o un estudio de grabación en Nueva York. La admiración que despierta no es solo por su técnica vocal -que la tiene y de sobra- sino por ese carisma cálido, esa naturalidad con que lleva su cubanía como un vestido hecho a la medida.
Actualmente, la artista continúa su gira por Estados Unidos, acercándose cada vez más a ese público de la diáspora que la sigue, la admira y la siente como un pedacito de patria cantando lejos. Para quienes han tenido que cruzar mares, o dejar atrás calles con nombres de santos y baches, Laritza es más que una voz: es memoria viva, presente y cantando en inglés si hace falta.





