El chef internacional Yordanys Maceo falleció esta semana debido a “un trombo en una pierna”, según dio a conocer en redes sociales el activista Guillermo Rodríguez Sánchez.
El también escritor lamentó profundamente la muerte de Maceo, del municipio de Morón, provincia de Ciego de Ávila, quien fue durante años un colaborador “anónimo y silencioso” de su página con el fin de “ayudar a los más jodidos”.
“Hoy puedo decir en público lo que Yordanys me prohibió durante dos años”, expresó el joven para homenajear al chef que apoyaba su causa con el único requisito de que “nadie se enterara de lo que hacía”.
“Mira, chama, cinco mil pesos, diez mil, dime a dónde te los paso o con quién te los mando, cómprale una muñeca a esa niña que vi en una casa malita”, le dijo en alguna ocasión el trabajador de turismo.
“Mira, chama, llévale una bolsa de confituras al niño que posteaste ayer. Tú nada más me dices cuánto cuesta”, le pidió en otra oportunidad, siempre “tan servicial como fugaz”.
“Un auténtico artista de los sabores, mago en poner a gozar el paladar cuando entraba a la cocina”, recordó Rodríguez Sánchez.
“Nunca permitió que se le mencionara. Su pago era la sonrisa de niñas y niños al recibir los obsequios, un tipo que no daba ni like, jamás comentaba”, describó.
“‘Pero sí lo veo todo, chama’, decía contento con regalar pedacitos de alegría a discreción. ¡Qué clase de ser humano se ha ido! Descansa en paz, compadre”, concluyó.
“Ay, mijo, no imaginas cuántas anécdotas tengo de este señor, amigo y hermano. Viajábamos juntos muchas noches hacia Morón cuando trabajábamos juntos en Sol Cayo Coco. Yo siempre le guardaba su asiento. Era el tipo de persona sencilla, con la que merecía la pena compartir cada momento. Siempre que lo necesitara, ahí estaba. Dios lo tenga en la infinita gloria y descanso eterno. El Mace, mira que lo mortificaba. Nunca se ponía bravo”, fue el emotivo mensaje que le dejó un compañero de trabajo.
