En medio de una ola de detenciones y deportaciones impulsadas por la Administración Trump, una joven cubana contó recientemente los pormenores de su deportación de Estados Unidos a la isla.
Según relató en un corto video, fue devuelta a la isla porque, tras entrar de manera irregular al territorio estadounidense en 2020, recibió un formulario I-220B, entendido como una orden de deportación.
“Tenía citas de rutina todos los años con ICE (en español, Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos)”, añadió.
Sin embargo, en sus últimas citas las autoridades migratorias le dijeron que la enviarían al Programa de Supervisión Intensiva (ISAP, por sus siglas en inglés), mediante el cual monitorea a ciertos inmigrantes, que le permitiría deportarse “por mis propios medios”.
“Me colocaron un grillete y me dijeron que me darían 90 días para que yo abandonara el país”, indicó sobre algo que en la práctica no se cumplió.
“Como todo lo que dicen ellos es mentira, antes de los 90 días me volvieron a citar y me dijeron que me ibana dejar detenida”, señaló al recalcar que no tenía un formulario I-220A, como otros miles de cubanos a los que están deteniendo.
“Un consejito que les doy: traten de prevenir la detención. Traten de no caer en detención, sobre todo si son cubanos. Nosotros nos demoramos mucho en ser devueltos a Cuba porque Cuba solo tiene un vuelo de deportación al mes y hay un montó de personas esperando”, explicó.
“Yo estuve tres meses esperando mi deportación. Los traslados son bien feos. Pasan días sin tomar agua, sin comer, sin dormir”, indicó al dejar entrever lo mal que los tratan.
“No importa que tengan hijos ciudadanos americanos, ni que tengan una reclamación”, precisó la otrora inmigrante con I-220B, quien está casada con un ciudadano americano, para aclarar que estos hechos no frenan una deportación, por lo que está obligada a seguir el proceso de reunificación desde el país al que fue enviada.
