El opositor cubano José Daniel Ferrer arribó este lunes a Miami, tras ser desterrado por el régimen cubano luego de más de cuatro años de prisión y hostigamiento político. Su llegada marca el fin de un largo proceso de negociaciones y el inicio de una nueva etapa de lucha desde el exilio.
El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) acompañado por su familia, según confirmaron varios medios. Aunque decenas de simpatizantes y periodistas esperaban su salida, Ferrer no atravesó la puerta principal del aeropuerto “por motivos de seguridad”, de acuerdo con fuentes cercanas.
A su arribo fue recibido por los congresistas cubanoamericanos Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart, quienes compartieron una imagen del encuentro en sus redes.
De acuerdo con familiares, Ferrer fue trasladado directamente desde la prisión de Mar Verde hasta el aeropuerto de Santiago de Cuba, donde abordó el vuelo hacia Miami bajo fuerte custodia.
“De prisión Mar Verde para el aeropuerto de Santiago de Cuba. Desterrado mi valiente hermano. Nuestro señor los acompañe en el vuelo hacia la LIBERTAD con el propósito de continuar la lucha hasta alcanzar la merecida LIBERTAD de todos nuestros PRESOS POLÍTICOS y nuestra amada tierra”, escribió su hermana Ana Belkis Ferrer en redes sociales.
El periodista Mario J. Pentón añadió que un equipo consular de la Embajada de Estados Unidos acompañó al opositor y a su familia durante todo el traslado, en medio de un numeroso despliegue de agentes de la policía política.
Apenas minutos después de llegar a tierra de libertad, Ferrer fue condecorado con la medalla Truman-Reagan a la libertad, un reconocimiento otorgado por organizaciones del exilio cubano a figuras que han resistido regímenes totalitarios. “Primera fotografía de José Daniel Ferrer donde es condecorado con la medalla a la libertad Truman-Reagan”, publicó el periodista Javier Díaz, quien registró el momento.
El homenaje llega como símbolo de la resistencia del opositor frente al régimen y su defensa inquebrantable de los derechos humanos. La congresista María Elvira Salazar celebró su llegada asegurando que “ni las cárceles ni el exilio pueden silenciar a un hombre libre”, mientras que el senador Marco Rubio recordó que Ferrer “fue torturado y encarcelado por ser una amenaza al régimen”.
Semanas atrás, desde prisión, Ferrer había confirmado su decisión de aceptar el exilio para proteger a su familia y continuar su activismo desde el exterior. “Estoy listo para morir, pero no para vivir sin honor, sin dignidad”, expresó en una carta fechada el 10 de septiembre.
Su liberación y posterior destierro ponen fin a uno de los episodios más largos de persecución política en la isla. Desde el exilio, Ferrer promete continuar la lucha por la libertad de Cuba, ahora con una nueva voz y un escenario más amplio.
