La humorista e influencer cubana Imaray Ulloa volvió a conquistar las redes sociales, esta vez desde Roma. Con su característico ingenio, la artista compartió un video en el que aparece frente a la icónica Fontana di Trevi, pero en lugar de lanzar las tradicionales monedas, decide “pasar su tarjeta de crédito” por el agua. El clip, que ya supera los dos millones de visualizaciones en Instagram, ha provocado una ola de risas y comentarios entre sus seguidores.
“Yo paso mi tarjeta de crédito, y si no tiene fondos, aquí nadie se entera”, bromeó una seguidora en la caja de comentarios del video, que rápidamente se viralizó también en TikTok y Facebook, donde acumula millones de reproducciones. En los comentarios, los usuarios aplaudieron su ocurrencia con frases como “Nuevo modo de pedir deseos desbloqueado”, “¿A cuántas cuotas?” o “Su deseo está siendo tramitado, gracias por preferirnos”.
Otros, fascinados, celebraron su visita a Italia: “¿Estás en Roma? ¡Wow, yo te quiero conocer!” y “Vente a Milano, mi amor”, le escribieron entre emojis de risas y corazones.
Imaray, que cuenta con más de 5 millones de seguidores en Instagram, 6,6 millones en Facebook y 6,8 millones en TikTok, se ha consolidado como una de las figuras cubanas más queridas y exitosas del panorama digital. Su mezcla de belleza, carisma y humor cotidiano la han convertido en un fenómeno global que conecta tanto con la diáspora cubana como con públicos de toda América Latina y Europa.
La escena de la Fontana di Trevi no fue casual. Según la leyenda romana, lanzar una moneda por encima del hombro izquierdo asegura el regreso a la Ciudad Eterna; una segunda moneda promete encontrar el amor y una tercera, el matrimonio. El dinero que cae en la fuente se recoge periódicamente y se dona a Caritas Roma, una organización que apoya a las personas más necesitadas de la capital italiana.
Con su gesto simbólico y su chispa criolla, Imaray transformó una tradición centenaria en un guiño moderno al poder del humor en tiempos digitales. Lo suyo no fue un simple acto turístico, sino una broma que resume su esencia: reírse de todo, incluso de la vida adulta y sus “fondos insuficientes”. Una cubana en Roma, haciendo lo que mejor sabe: robarse el show con una sonrisa y una tarjeta en mano.





