Barry Manilow, una de las figuras más reconocibles de la música popular estadounidense y autor de algunos de los mayores éxitos del pop adulto contemporáneo, anunció que ha sido diagnosticado con cáncer de pulmón. El artista, de 81 años, informó que la enfermedad fue detectada en una etapa temprana y que se someterá a una intervención quirúrgica, lo que lo obligó a reprogramar varios compromisos profesionales previstos para los próximos meses.
La noticia fue confirmada por el propio Manilow a través de un comunicado difundido por su equipo, en el que explicó que el diagnóstico se produjo durante exámenes médicos recientes y que los médicos son optimistas sobre el tratamiento.
Según la información divulgada por el periodista cubano Roberto Cavada, el cantante pospuso conciertos programados para enero en Las Vegas mientras se recupera, aunque expresó su intención de retomar la actividad una vez que reciba el alta médica.
Manilow es una de las voces más influyentes del pop estadounidense desde la década de 1970. Canciones como Mandy, Copacabana (At the Copa), Can’t Smile Without You y I Write the Songs lo convirtieron en un fenómeno de ventas y en un artista habitual de la radio durante décadas. Su carrera, que abarca más de medio siglo, incluye decenas de discos, premios Grammy, giras internacionales y una base de seguidores que se ha mantenido fiel a lo largo del tiempo.
La historia detrás de su éxito Mandy: el primer número uno de Barry Manilow en el Billboard Hot 100
La historia detrás de Mandy empieza, en realidad, con otra canción y otro nombre. El tema no fue escrito originalmente para Barry Manilow, ni se llamaba así. En 1971, los compositores Scott English y Richard Kerr publicaron una balada titulada Brandy, que pasó prácticamente desapercibida. Años después, Manilow escuchó la canción y vio en ella una estructura emocional potente, pero pidió un cambio clave antes de grabarla: el nombre.
El motivo fue práctico y casi anecdótico. En 1974 ya era un éxito Brandy (You’re a Fine Girl), interpretada por Looking Glass, y Manilow temía que hubiera confusión entre ambos temas. Decidió cambiar Brandy por Mandy, un nombre que sonaba similar, pero que no arrastraba el peso del hit previo. Ese simple ajuste terminó siendo decisivo.
Otro mito frecuente es que Mandy fue escrita para una mujer concreta, o que es autobiográfica. Manilow lo negó siempre. En varias entrevistas explicó que la canción no está dedicada a nadie real y que funciona como una historia emocional genérica: la voz de alguien que reconoce tarde una pérdida y pide, desde la distancia, una segunda oportunidad. Esa ambigüedad —no saber quién es Mandy ni qué ocurrió exactamente— es parte de su fuerza.
Cuando se lanzó en 1974, la canción se convirtió en el primer número uno de Manilow en el Billboard Hot 100. Fue también el punto de quiebre que lo sacó del trabajo como arreglista y compositor para otros y lo colocó definitivamente como solista. A partir de ahí, su carrera tomó un rumbo completamente distinto.
Curiosamente, Manilow ha contado que al principio no estaba convencido de grabarla. Le parecía “demasiado simple” y dudaba de que encajara con la imagen que buscaba. Su productor insistió. El resultado fue una de las baladas más reconocibles del pop del siglo XX y la canción que, para muchos, define su voz pública.
El anuncio de su enfermedad
El anuncio de su enfermedad generó una ola inmediata de mensajes de apoyo de fanáticos y colegas del mundo del espectáculo, muchos de los cuales destacaron no solo su legado musical, sino también su perseverancia y su disciplina profesional. En su mensaje, Manilow agradeció el respaldo recibido y pidió respeto a su privacidad durante el proceso de tratamiento, al tiempo que subrayó que se siente “fuerte y positivo” frente al diagnóstico.
El caso vuelve a poner en el centro de la conversación pública la importancia de la detección temprana del cáncer de pulmón, una enfermedad que suele diagnosticarse en fases avanzadas. Aunque no se ofrecieron detalles sobre el tipo específico de cáncer ni sobre el tratamiento posterior a la cirugía, el entorno del artista insistió en que el pronóstico es favorable.
A lo largo de los últimos años, Manilow había reducido el ritmo de sus giras, concentrándose en residencias estables y proyectos puntuales. El anuncio de su enfermedad no fue presentado como una retirada definitiva, sino como una pausa necesaria. “Espero volver al escenario pronto”, señaló el músico, reforzando la idea de que su vínculo con el público sigue siendo una prioridad incluso en este momento delicado de su vida.
