El huracán Melissa continúa atravesando Jamaica este martes 28 de octubre como un sistema de altísima intensidad, ahora clasificado como categoría 4, y con vientos sostenidos que rondan los 240 km/h, según datos del Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. (NHC).
El centro del ciclón se ubicaba alrededor de Montego Bay y se movía lentamente hacia el norte-noreste, con previsión de volver a internarse en el mar Caribe en las próximas horas. Aunque ha perdido algo de fuerza tras tocar tierra como categoría 5, los meteorólogos insisten en que se mantiene como un huracán muy peligroso, capaz de causar daños severos e inundaciones repentinas.
Las autoridades jamaicanas reportan inundaciones importantes en carreteras y puentes, así como daños en infraestructura pública.
El ministro de Agua, Medio Ambiente y Cambio Climático, Matthew Samuda, confirmó afectaciones en “infraestructura pública, hospitales y lugares seguros gravemente dañados”, además de numerosas viviendas “inundadas y anegadas”. También se advirtió a la población que las crecidas pueden provocar el desplazamiento de cocodrilos hacia zonas habitadas.
Se han registrado cortes de internet y caídas de líneas eléctricas en amplias zonas del país, y funcionarios han pedido a los residentes mantenerse bajo techo y no intentar salir durante el paso del ojo. El director del NHC adelantó que podría tomar “días o semanas” evaluar el impacto real, debido al nivel de destrucción en algunas áreas.
Melissa avanza ahora rumbo al oriente cubano, y los modelos oficiales prevén que siga siendo un huracán de gran intensidad cuando alcance esa región entre la noche de este martes y la mañana del miércoles.
Las autoridades cubanas informaron que que para la noche del lunes y la madrugada del martes evacuarían a unas 650.000 personas en provincias como Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba que se encuentran bajo advertencia de huracán— con prioridad en comunidades costeras, asentamientos cercanos a ríos y zonas de montaña. Se esperan ráfagas de entre 160 y 193 km/h, marejada ciclónica y lluvias torrenciales.
Como medida preventiva, el Ministerio de Energía de Cuba anunció que desconectará varias termoeléctricas del oriente antes del impacto directo. Eso significa que buena parte de la zona oriental podría enfrentar el paso de Melissa sin servicio eléctrico, en un momento en que el país ya lidia con apagones prolongados, tensiones económicas e incluso un brote de dengue.
