Yuri Rojas, el actor y humorista cubano que conquistó las redes con su personaje de Zoila Bárbara, está viviendo un momento que muchos en su tierra solo han podido imaginar: su primer viaje por Europa. Desde el primer momento, ha compartido cada paso con su público, desbordando emoción, ironía y esa cubanía sin filtro que lo define.
En Madrid, no pudo contener las emociones al pisar por primera vez lugares emblemáticos, como los Jardines del Palacio Real, la Gran Vía o el metro. “¡Madre patria, reclámame!”, exclamó en el capítulo 16 de su vlog por Europa, un lugar al que soñaba con visitar desde siempre.
“Para la gente que vive afuera esto es normal, pero para nosotros es nuevo… Nosotros estamos como si acabáramos de salir del cascarón”, comentó en otro momento de su diario de viaje, una frase que resume esa brecha tan conocida para el cubano promedio: la distancia entre lo que se ve en redes y lo que se vive en carne propia en una isla donde soñar con un viaje así ha sido por años un lujo.
En el metro madrileño, donde reconoce que lo miran raro por hablar solo y grabarse todo el tiempo, se ríe con su estilo habitual. “Mejor ni les digo de dónde salí, que haya salido ya es un milagro”. Más que un comentario casual, la frase retumba como una confesión colectiva: salir de Cuba, aún hoy, sigue siendo una hazaña.
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París lo recibió con la Torre Eiffel de fondo, pero lo que brilló fue él. Yuri cantó, se abrigó con exageración, bromeó con su miedo a las alturas y terminó arrepentido de haber subido hasta lo más alto. También le dio un giro a su personaje para convertirse en Zoila Parisina. “¡Después que me traigan cargado!”, soltó entre risas, mientras grababa su experiencia para quienes lo siguen desde dentro y fuera de la isla.
El humorista, natural de Las Tunas, ha construido una carrera sólida en el teatro infantil cubano, pero fue Zoila Bárbara quien lo catapultó al estrellato digital. Esa mujer cubana con lengua afilada y corazón noble se ha convertido en un espejo para miles. A diferencia de muchos colegas que han tomado otro rumbo, Yuri sigue viviendo en Cuba y documentando su día a día con humor y crítica social.
