La realidad a veces supera la ficción. Y en este caso, la supera con uniforme falso, credenciales inventadas y una sonrisa lista para el abordaje. Un hombre en Miami, Tiron Alexander, de 35 años, ha sido declarado culpable por un jurado federal por fraude electrónico y acceso ilegal a zonas restringidas de aeropuertos… todo por vivir el sueño de volar sin pagar ni un centavo.
Entre 2018 y 2024, este caballero se convirtió, al mejor estilo de Catch Me If You Can, en el terror de las aerolíneas, aunque no por armar escándalos a bordo ni por reclamar que el snack estaba frío. No, su crimen fue mucho más elegante: fingir ser auxiliar de vuelo y colarse en 34 vuelos comerciales como si fuera parte de la tripulación. Dicen que llegó a reservar hasta 120 vuelos gratis, pero por lo visto no todos despegaban… o lo hacía con más prudencia que entusiasmo.
Con unos 30 números de credencial diferentes y el ingenio de quien no teme a las turbulencias legales, Alexander aseguró trabajar para siete aerolíneas distintas. Sí, siete. Lo suficiente para que uno piense que tenía más uniformes que un closet de telenovela.
La investigación, llevada a cabo por la TSA, culminó en su arresto este año, cuando intentaba volar desde San Francisco a Australia. Una locura global digna de un spin-off de Netflix: “El impostor del pasillo 9A”.
Ahora espera sentencia para el 25 de agosto en Miami, a cargo de la jueza Jacqueline Becerra, quien decidirá si el castigo es proporcional al número de millas voladas sin pagar. Spoiler: puede enfrentar hasta 30 años de cárcel. Irónicamente, esta vez sí volará… directo a prisión.
El caso, por si hiciera falta, revela serias fallas en los controles de seguridad aeroportuaria, señala Wink News. Pero sobre todo, deja una lección clara: si vas a hacer una estafa, al menos hazla con estilo, carisma y referencias cinematográficas.
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