En un barrio residencial de la ciudad de Miami, la madrugada tranquila de un sábado terminó con un susto que su vecino difícilmente olvidará. Jorge Antonio Gómez, de 64 años, fue arrestado después de supuestamente encarar a su vecino mientras este estacionaba el carro frente a la casa y apuntarle con un arma de fuego, al tiempo que lo acusaba a gritos de ser “un espía ruso”.
Según el reporte de arresto citado por la televisora local WPLG Local 10, el incidente ocurrió alrededor de las dos de la mañana en la cuadra del 1900 de la Southwest 32nd Avenue, en Miami. La víctima contó a la policía que acababa de parquear cuando vio a Gómez acercarse con una pistola en la mano. Entre insultos y acusaciones, el hombre le gritó: “Sé que me estás siguiendo. Voy a llamar a la policía. Eres un espía ruso”.
Aterrorizado, el vecino decidió no responder y caminó hacia la pequeña efficiency que renta en la parte trasera de la propiedad. De acuerdo con el reporte, Gómez lo siguió todo el trayecto sin bajar el arma, repitiendo las mismas acusaciones mientras el hombre intentaba refugiarse en su vivienda. Solo cuando la víctima logró entrar y cerrar la puerta, el sospechoso regresó a su propia efficiency, ubicada en el mismo terreno.
Cuando los agentes llegaron a la escena, encontraron a ambos hombres en la propiedad. Gómez se negó a ofrecer una versión de lo sucedido y únicamente afirmó que “no entendía lo que estaba pasando”, según recoge el reporte policial. Fue detenido bajo el cargo de asalto agravado con arma de fuego y trasladado al centro de detención Metrowest, donde quedó bajo una fianza de 5 000 dólares.
Otro caso reciente de violencia protagonizado por un hispano en Miami: agresión en plena I-95
El episodio protagonizado por Gómez no es un hecho aislado. Un día antes de que se conociera su arresto, otro caso de violencia sacudía a los conductores de la I-95, también en Miami. Un video grabado por cámara a bordo mostró la brutal agresión que sufrió un automovilista la noche de Halloween, después de hacerle señales de luz a un Tesla que se le metía en el carril.
El conductor del Tesla, identificado como Luis Cárdenas, de 45 años, detuvo el vehículo en medio de la autopista, no una sino dos veces. En la segunda parada se bajó del carro y se dirigió directamente al vehículo de la víctima. Las imágenes difundidas por Local 10 permiten escuchar los gritos de pánico del hombre mientras recibe más de 20 golpes en plena vía rápida.
“Por un buen rato pensé que realmente me iba a matar”, declaró la víctima, que pidió mantener su identidad en reserva.
Gracias a la grabación, los investigadores lograron identificar el número de placa y localizar al agresor más de un mes después. Cárdenas fue arrestado y presentado ante un juez de fianzas. Enfrenta un cargo grave de robo por arrebato repentino, por haberle quitado los lentes a la víctima durante la golpiza, además de un cargo de agresión. Debe regresar a los tribunales en febrero.
Dos escenas distintas, un mismo telón de fondo: vecinos y conductores que, en cuestión de segundos, pasan de la rutina a la sensación de estar al borde de la muerte por la conducta violenta de otro. En un Miami marcado por el estrés urbano, la polarización política y la presencia constante de armas de fuego, estos casos reabren el debate sobre hasta qué punto la desconfianza y la rabia cotidiana están convirtiendo desencuentros menores en situaciones potencialmente letales.
