Si alguien sabe mezclar ternura con carácter, glamour con sinceridad y fantasía con verdades a media voz, esa es Laura Treto. La actriz cubana acaba de protagonizar una de esas escenas que derriten corazones y levantan cejas en redes: la fiesta de cumpleaños de su hija Havana, un derroche de dulzura y estilo que, como buena historia de princesas, vino con su buena dosis de misterio, magia… y algo de tensión familiar.
Con un aire encantado y detalles de película, la fiesta número tres de Havana fue mucho más que una celebración: fue una declaración de amor de madre, un cierre de capítulo y quizás, un nuevo comienzo. Laura Treto lo dejó claro desde su cuenta de Instagram, donde compartió fotos y videos de lo que describió como “la primera fiesta” de su pequeña.
“¡Nuestra primera fiesta! Yo no hago fiestas para mí, no soy ese tipo de personas. ¡Pero para ella espero poder hacérsela todos los años!”, escribió Treto al pie de las imágenes. El escenario parecía sacado de un cuento de Disney: globos morados y dorados, un fondo con la imagen de Rapunzel, un pastel de dos pisos coronado con mariposas y el nombre de Havana.
La niña, vestida como toda una princesa de cuento, posó orgullosa junto a su madre, quien irradiaba ese brillo que solo tienen las mujeres que se saben fuertes. “Gracias a todos los amigos que fueron, me ayudaron y estuvieron y están siempre. A por muchas más”, agregó la actriz con emoción, dejando entrever que detrás de la decoración de ensueño hubo mucho más que globos y confeti: hubo esfuerzo, compromiso… y corazón.
Pero como todo cuento tiene su parte agridulce, la celebración también sirvió como telón de fondo para recordar que Laura no comparte la crianza de Havana con su padre, el artista conceptual Alejandro Mirabal, hijo de la icónica Isabel Santos. Y aunque ella no lo menciona directamente, el silencio también habla. Especialmente cuando, en diciembre de 2023, soltó una de esas frases que quedan flotando:
“La abuela de mi hija es solo aquella que ama a su nieta. Esa que comparten no sé quién es”. Una indirecta tan directa que hizo eco en toda la comunidad cubana digital. Y no quedó ahí. Cuando un seguidor le preguntó si estaba soltera, Laura respondió con picardía: “¿No se nota el brillo?”. Y cuando le tocó hablar de su preferencia entre estar sola o en pareja, fue tan clara como contundente: “Yo prefiero la paz, la paz en pareja o la paz soltera. No se puede estar con una pareja y no estar en paz. La vida es una sola”.
Desde que compró su casa en Miami, una propiedad donde por fin pudo reunir a toda su familia, Treto se ha mostrado más serena, centrada en Havana y decidida a criarla rodeada de estabilidad, amor y esa magia que solo las madres solas y poderosas saben invocar.
Atrás quedaron los días de besos públicos con suegras famosas o declaraciones crípticas en Cuba. Hoy, Laura parece más enfocada que nunca en construir un futuro brillante para su hija. Un futuro con castillos inflables, pasteles con coronas y vestidos de princesa… pero también con límites bien marcados, prioridades claras y un amor que no necesita testigos.





