Lo inevitable ya es oficial: la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, en Matanzas, atraviesa un estado crítico de deterioro. Pese a las promesas del oficialismo, los fallos recurrentes confirman lo que muchos ya daban por hecho: el sistema no aguanta más.
Tras la avería registrada este martes, el director de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Lázaro Guerra Hernández, admitió en declaraciones al diario Granma que la planta tiene una “gran deuda de mantenimiento capital”, lo que genera salidas imprevistas y constantes vulnerabilidades. No es un detalle menor: la Guiteras es una de las principales fuentes de generación eléctrica del país.
El funcionario señaló que los fallos más recientes se han concentrado en el recalentador de aire, una de las piezas clave de la caldera, y evidencia del nivel de desgaste que sufre la central.
“No hay reparaciones mal hechas, pero en la medida en que se arregla un número de tubos, otros que en el momento de la parada estaban bien, después pueden fallar”, justificó Guerra.
A pesar de las reparaciones en curso, Guerra admitió que el bloque no quedará funcionando en condiciones óptimas, ya que el deterioro estructural es profundo. “Se va a reparar la afectación, pero eso no significa que va a estar en perfectas condiciones… Tiene una gran deuda de mantenimiento capital”, reiteró.
Aunque aseguró que este año la planta “ha entregado mucha corriente”, el propio funcionario alertó que el sistema sigue bajo tensión. “Cualquier movimiento brusco de la máquina, una bajada imprevista, puede también traer como resultado estrés en la tubería y caer en otro fallo”.
Mientras tanto, el personal técnico intenta identificar la mayor cantidad de defectos posibles para ejecutar una intervención que extienda la vida útil del bloque. Sin embargo, no hay fecha prevista para el mantenimiento capital que la planta requiere con urgencia.
De forma contradictoria, en enero de este mismo año, directivos de la central aseguraban que la Guiteras recibiría su mantenimiento técnico capital a finales de 2025, una reparación mayor que no se realiza desde hace más de 15 años. En aquel momento, Román Pérez Castañeda, subdirector técnico de la planta, declaró que se estaban gestionando los recursos y el financiamiento necesarios para elevar la generación a más de 280 MW.
Sin embargo, desde entonces no se ha vuelto a hablar del tema. La posibilidad de llevar a cabo esa intervención profunda —que implicaría sacar de operación la central durante al menos seis meses— brilló por su ausencia en las recientes declaraciones de Lázaro Guerra Hernández. Su silencio al respecto refuerza la sospecha de que, una vez más, el mantenimiento capital será postergado, mientras la Guiteras sigue funcionando al límite… hasta que, inevitablemente, deje de hacerlo.
