Las autoridades sanitarias cubanas reconocieron este martes que ha habido “un incremento sostenido de casos de chikungunya” en la isla, según datos ofrecidos este lunes por la viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García.
Si bien Peña García admitió que la situación epidemiológica del país “continúa marcada por la circulación activa del virus del dengue”, con predominio del serotipo 4 en la mayoría de las provincias, evitó dar cifras de contagios o de muertes asociadas a estas arbovirosis.
De acuerdo con el informe, durante la última semana hubo un “aumento significativo de los síndromes febriles inespecíficos” en 109 municipios del país.
“La positividad de la prueba IGM (un análisis de sangre que mide la cantidad de inmunoglobulina M, un anticuerpo para combatir infecciones por bacterias y virus) para dengue también se elevó, lo que evidencia una transmisión activa en varias provincias”, explicó la funcionaria.
La vicetitular indicó que Guantánamo, Matanzas, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Villa Clara poseen las mayores tasas de casos sospechosos.
Peña García resaltó que quienes tengan algún síntoma no pueden permanecer “enfermas en sus casas”, sino que deben acudir a los centros de salud”.
⚕️🗣️Reiteramos la importancia de que las personas no permanezcan enfermas en sus casas. Deben acudir a los centros de salud, expresó la viceministra de Salud @CarildaG.
— Ministerio de Salud Pública de Cuba (@MINSAPCuba) October 27, 2025
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Aunque Peña García subrayó que la campaña de vigilancia y de lucha antivectorial “se ha reforzado”, testimonios en redes sociales denuncian muertes de personas, en muchos casos jóvenes, que presentaban algún cuadro febril; la escasez de medicamentos y de personal médico; o el uso, por ejemplo, de sueros vencidos.
Según la versión de Peña García, se fortaleció el diagnóstico con la incorporación de pruebas rápidas en hospitales para pacientes con signos de gravedad, para brindar atención más específica y oportuna.
En paralelo, el control vectorial se intensificó en todas las provincias mediante tratamientos adulticidas, el despliegue de equipos de alta productividad y carros TDA.
Por otra parte, el doctor Daniel González Rubio, infectólogo del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, dijo que, en los casos de chikungunya, la fiebre “no es nueva”, pero “puede dejar síntomas por meses”, por lo que “el tratamiento debe ser supervisado por personal médico”.
González Rubio precisó que hasta un 40% de los pacientes puede mantener molestias durante tres meses y, alrededor del 10%, más allá de ese periodo, con dolor y rigidez articular que limitan la función.
Sobre la misma cuerda, el doctor insistió en que el tratamiento es sintomático, es decir, que no hay antiviral específico, pero debe incluir reposo, hidratación adecuada y supervisión médica.
“Aunque la mayoría de los casos son autolimitados y tienen una evolución favorable, algunos pacientes pueden desarrollar complicaciones graves, especialmente si son adultos mayores o padecen enfermedades crónicas como diabetes, artrosis o afecciones cardiovasculares”, reconoció.
El gobierno se limitó a decir la semana pasada había 13.071 “casos febriles específicos”.
La misma Carilda Peña García declaró a la televisión estatal que había evidencia de un “incremento en todos los territorios del país” de dengue, chikungunya y oropouche, y agregó que siete personas se encontraban en “estado crítico”, aunque este lunes no actualizó su estatus.
