Casi 20 años han pasado desde que Gloria Estefan lanzara 90 millas, un álbum completamente en español, cargado de simbolismo desde su mismo título, aludiendo a la distancia que separa a Cuba de Estados Unidos, especialmente significativa para quienes conocen el peso de esa travesía.
Ahora, Estefan ha presentado un nuevo proyecto discográfico, también íntegramente en español, titulado Raíces, en el que reivindica sus orígenes. Desde el sencillo homónimo que anticipó el disco, se percibe un homenaje a su historia y a la de su familia.
En una entrevista para el programa Hoy Día con motivo al estreno, la cantante recordó un episodio quizá poco conocido de su vida para algunos: el tiempo en que su padre, José Fajardo, fue preso político en Cuba.
“En esta foto, agosto del 61, mi padre se había ido ya para Cuba, estaba preso, preso político. En abril 17, él había llegado a Bahía de Cochinos allá en Cuba. Así que mi madre, si le ves el semblante, está tratando de mandarle una foto bonita a mi papá, pero se le ve la preocupación, el miedo”, relató Estefan, sosteniendo una imagen en la que tenía apenas tres años y estaba sentada en las piernas de su madre, Gloria Fajardo.
“Y tratando de hacer mi vida alegre aún, y yo sabía lo que estaba pasando, ella no sabía que yo lo sabía. Me decía que mi papá estaba en una finca en Cuba, pero yo sabía que estaba preso y no quería quitarle la ilusión. Había emociones muy encontradas. Al mismo tiempo, a esa edad, ella me ponía a cantar”, recordó Estefan, explicando cómo la música se convirtió en su refugio durante aquellos momentos difíciles.
La icónica cantautora llegó a Miami en mayo de 1960, junto a sus padres, tras huir de Cuba con la llegada de Fidel Castro al poder. Tanto su padre como su abuelo corrían el riesgo de ser perseguidos por las fuerzas revolucionarias, ya que ambos habían pertenecido al ejército: su padre como policía y su abuelo como comandante.
Además, la familia tenía vínculos con Fulgencio Batista: el abuelo de Gloria había estudiado en la misma academia militar que él, y más tarde su padre integró la escolta motorizada de la esposa de Batista.
Durante los primeros meses de la Revolución, fueron encarcelados, y tras ser liberado su padre, huyó rápidamente a Miami con su familia, aunque nunca se desligó del destino de Cuba.
De hecho, en una entrevista para The Interview Archive, Estefan contó que la invasión a Bahía de Cochinos, en la que participó su padre, coincidió con su cumpleaños número 27. Tras ser abandonados y pasar días en la montaña, su padre fue arrestado por su propio primo, que estaba en el ejército de Castro.





