Gerardo Hernández, coordinador nacional de los llamasdos Comité de Defensa de La Revolución (CDR), dirigió esta semana “un ensayo” de las caldosas que se preparán por el aniversario 64 de esa organización el próximo 28 de septiembre.
Al espía devenido funcionario, tildado de ridículo en varias ocasiones, le han llovido las críticas por recrear en un CDR del municipio de Camajuaní, Villa Clara, las caldosas que se harán en algunas cuadras de la isla la noche del día 27.
“Sabemos la situación del país”, destacó Hernández, según precisó el perfil de Edmundo Dantés Junior en Facebook. “El ensayo es necesario ya que, como faltan muchos productos, la caldosa no será sustanciosa como en festividades anteriores del pueblo, pero sí revolucionaria”, explicó.
Este jueves Hernández presumió de la fuerza de la organización que dirige tras lograr echar a andar una guagua medio rota también en Camajuaní, pese a la profunda crisis que padece una isla que “no está para fiestas”.
“Maduro ensaya elecciones y en Cuba se ensaya la caldosa. Gerardo estuvo en Venezuela hace poco y constató la suerte de que en Cuba esté la continuidad garantizada. Pero no se relaja, hay que ensayar por si acaso los vecinos no quieren tomar agua de viandas”, apuntó una internauta en tono de broma.
“Circo porque pan no hay. Qué servilismo el de ese pueblo”; “Los van a envenenar un día”; y “Supongo que sabrá a rayos”, señalaron otros usuarios al preguntarse “con qué se hará” la caldosa “de verdad” o “quién se toma esa agua sucia”.
La semana pasada el dirigente pidió a los cubanos que “no pasen por alto” el aniversario de los CDR, una organización cada vez más impopular.
Destinados desde sus orígenes a la llamada “vigilancia revolucionaria”, durante décadas los CDR han sobrevivido como células de control y de delación, claves dentro del aparato represivo del régimen totalitario cubano.
Actualmente, los CDR son rechazados por muchos cubanos porque son un símbolo de “chivatería”, que ayudar a perpetuar en el poder a los gobernantes del país.
