Un niño cubano identificado como Yuniel recibió este jueves como regalo una bicicleta, después de que una persona lo viera limpiando parabrisas en una esquina del municipio de Diez de Octubre, La Habana.
“Estoy muy feliz”, dijo Yuniel, de 15 años, con una inmensa cara de felicidad al ser grabado recibiendo como obsequió el medio de transporte para el cual había estado ahorrando.
“La bici es obsequio de una pareja de seguidores que quieren permanecer anónimos y se le llevó una de medida 20 que era la que él quería”, explicó en Facebook el activista Guillermo Rodríguez Sánchez, que ayudó a difundir el caso, sobre una pareja de habaneros.
“Conozco muchísimas niñas y niños que nunca pudieron tener bicicleta en toda su infancia. Este pequeño gesto es enorme, cumplir el sueño de un inocente no tiene precio”, añadió el también escritor.
Además de la bicicleta, se le entregaron a Yuniel 18 mil pesos y una bolsa de confituras, y “más adelante le vamos a mandar ropa y zapatos”.
“La mamá de Yuniel está al tanto de todo y prometió no dejar que vaya más al peligroso semáforo en búsqueda de tres pesos”, agregó Rodríguez Sánchez, que, como “el niño quiere trabajar”, ayudará a “conseguirle una pinchita de ayudante en algo”. “No debería ser así, pero la cruda realidad se impone”.
“Esas ganas de buscarse la vida honradamente no deben ser cortadas en un país donde tanta gente opta por el camino de la delincuencia”, opinó.
“Supimos además que Yuniel no ha dejado de ir a la escuela y que en su barrio es el primero en ayudar a cargar agua a los ancianos”, concluyó Rodríguez Sánchez satisfecho de poder ayudar a un “chamaquito” que “tanto lo merece”.
Este tipo de casos pone en evidencia cómo factores como el agravamiento de la crisis económica, la migración masiva y el envejecimiento poblacional empujan a la infancia cubana a roles de supervivencia.
En junio pasado Food Monitor Program advirtió sobre el crecimiento del trabajo infantil en el sector alimentario de la isla.
Incluso medios oficiales de prensa han reconocido la existencia de niños que trabajan como vendedores ambulantes.
En mayo de este año un niño cubano murió atropellado presuntamente mientras pedía limosnas un restaurante Doña Alicia en Centro Habana.





