Lo ocurrido en los últimos días en Japón ha provocado conmoción internacional y al propio tiempo estaría llamando a la reflexión no sólo en los organismos boxísticos sino en los que se dedican a deportes de combate cada vez más populares y televisados, y en general a todos los entrenadores y promotores que incursionan en el deporte rentado de las 12 cuerdas sin excluir a los cubanos.
La tragedia golpeó al mundo del boxeo japonés cuando dos boxeadores murieron a causa de las lesiones sufridas en sus peleas dentro de una misma velada en casa entre talentos locales.
Shigetoshi Kotari e Hiromasa Urakawa, ambos de 28 años, sufrieron lesiones cerebrales que resultaron en su muerte prematura. Fue la noche del 2 de agosto cuando recibieron los impactos letales.
Kotari colapsó poco después de completar un empate de 12 asaltos contra el campeón de peso ligero junior de la Federación de Boxeo Oriental y del Pacífico (OPBF), Yamato Hata.
Se sometió a una cirugía cerebral de emergencia por un hematoma subdural, una afección en la que la sangre se acumula entre el cerebro y el cráneo, pero murió el viernes 8 de agosto. Urakawa, también hospitalizado, murió al siguiente día, 9 de agosto. Había sufrido una derrota por nocaut ante Yoji Saito, y él también tuvo que someterse a una operación cerebral, una craneotomía, en un intento de salvar su vida.
En los videos se ve a Kotari que baja del ring por sus propios medios pero con dificultad, va hacia los vestuarios donde se desploma y es trasladado al hospital. Por su lado Urakawa es derribado en el octavo asalto luego de una combinación de golpes de Saito. Es sacado en camilla, inconsciente, del cuadrilátero.
Nunca se había vivido este drama durante una noche boxística.
En respuesta, la Comisión de Boxeo de Japón ha anunciado que todos los combates por el título de la OPBF ahora se reducirán de 12 asaltos a 10.
Por supuesto que las investigaciones tendrán que ir más allá. Los responsables de la velada tienen programados reunirse este martes para considerar más medidas de protección de los boxeadores a raíz de la tragedia del 2 de agosto. También está previsto un seminario médico a principios del próximo mes.
El secretario general de la CBJ,Tsuyoshi Yasukawachi dijo que investigaría los métodos que se emplean para perder peso entre otros factores.
«La pérdida de peso y el ajuste de la condición física antes de la pelea, que probablemente sean factores importantes, solo se han visto desde una perspectiva administrativa, y me gustaría escuchar las opiniones de los funcionarios de la asociación que han estado estrechamente involucrados con los púgiles durante mucho tiempo», dijo.
También señaló que le gustaría fortalecer las sanciones para los púgiles que rompan el límite de aumento de peso después del pesaje oficial.
Se espera que se discuta el «drenaje», que descarga una gran cantidad de agua justo antes del pesaje, pues se está estimando como un «factor importante» en la relación causal con la tragedia. También se está considerando la introducción de «Box Med», una aplicación que informa el peso de los púgiles y otras condiciones físicas, y la cooperación con universidades. Se comenta que además se verificará el sistema médico de la Comisión Atlética de EE. UU.
Las muertes de Kozu y Urakawa siguen a otro accidente fatal y lesiones graves potencialmente mortales en Japón en los últimos dos años.
El 26 de diciembre de 2022, Ikki Anaguchi (23 años) murió aproximadamente un mes después de perder por decisión en el 10º asalto contra Seiya Tsutsumi en Tokio. Ginjiro Shigeoka también ha estado en coma debido a una lesión cerebral después de sufrir una derrota por decisión en el 12º asalto ante Pedro Tadurán en su pelea por el título de la FIB en Osaka el 24 de mayo.
Por supuesto que los gerentes de la velada y los preparadores estarán también bajo la lupa.
Expertos han sacado a flote hoy que la defensa dentro del ring no se ha mantenido al día con la rápida mejora en el poder ofensivo de los boxeadores, lo que en el caso del estilo japonés se nota más.
Desde la fundación de la Comisión Japonesa de Boxeo que supervisa el boxeo profesional en 1952 se han producido alrededor de 40 accidentes mortales. Esta es la primera vez que dos púgiles de la misma edad mueren por similar causa en una misma taquilla.
Esta es la cuarta muerte del boxeo profesional en 2025.
A principios de año, el boxeador irlandés John Cooney murió una semana después de ser ingresado en cuidados intensivos luego de su derrota por el título de peso superpluma de los Celtics ante Nathan Howells en Belfast.
A fines de marzo Gabriel Oluwasegun Olanrewaju, un boxeador profesional de Nigeria, murió repentinamente durante el fin de semana después de colapsar en el tercer asalto de una pelea de peso semipesado en Ghana.
A través de los años y en la prevención de accidentes fatales en el ring se han impulsado reformas regulatorias cruciales y mayores esfuerzos para mejorar la seguridad y protección de los pugilistas.Las medidas no sólo deben estar dirigidas a evitar muertes sino a consecuencias negativas con el tiempo en la salud de los boxeadores por los golpes reiterados a la cabeza, lo mismo en el boxeo profesional como en el olímpico.
Específicamente en muertes en el ring, en Cuba el último caso que se recuerda fue en junio de 2016 cuando un púgil de 17 años, Yerandi Fuentes, se desplomó en el ring durante un combate en un torneo internacional en memoria al campeón olímpico de Barcelona,el supercompleto Roberto Balado, fallecido prematuramente en un accidente de tránsito.





