En los últimos tiempos, varios artistas cubanos han alzado la voz en defensa de aquellos compatriotas que han llegado recientemente a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Las críticas no han sido pocas: muchos recién llegados han sido señalados o cuestionados por otros cubanos ya establecidos en el país, generando un debate creciente en redes sociales sobre la empatía y la solidaridad dentro del exilio cubano.
Uno de los últimos en pronunciarse ha sido Eduardo Antonio, el popular Divo de Placetas, quien no se anduvo con rodeos y, fiel a su estilo directo, lanzó un contundente mensaje en sus redes sociales que tiene todas las papeletas de estar dirigido a quienes atacan a sus compatriotas más nuevos en territorio estadounidense.
“¿Por qué tú criticas a los emigrantes? Si tú también eres emigrante. Claro, es que tú tienes otra cualidad especial: emigrante denigrante. #EresUnFraude”, expresó el artista en un video que rápidamente generó comentarios.
Las reacciones no se hicieron esperar: “Así mismo es, Divo, buena pregunta hiciste”; “Toda la razón para el Divo”; “Por primera vez estoy de acuerdo con lo que dice”; “Así se habla”, fueron algunos de los mensajes que inundaron la publicación.
Eduardo Antonio, conocido no solo por su carrera musical, sino también por su presencia constante en plataformas digitales, ha sido en los últimos años una voz activa en temas que afectan a la comunidad cubana, tanto dentro como fuera de la isla. En más de una ocasión ha utilizado sus redes para defender a quienes han tenido que dejar su país y comenzar de cero en otras tierras, muchas veces en condiciones extremas.
El fenómeno al que se refiere no es nuevo, pero ha ganado notoriedad en los últimos meses, especialmente en Florida, donde sectores del exilio cubano han manifestado su respaldo a las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), incluidas las detenciones y deportaciones de migrantes, incluso cuando se trata de personas de su mismo origen sin antecedentes penales.
Para muchos de los recién llegados, el desafío va más allá de la adaptación cultural, el idioma o la inserción laboral. Deben enfrentar, además, el juicio de otros cubanos que llegaron antes, y que en lugar de tender una mano, se suman al discurso del rechazo.
Con su mensaje, El Divo de Placetas parece recordarle a todos que, en algún momento, ellos también fueron “el nuevo”, el que llegó con sueños y sin nada. Y que la empatía entre migrantes no debería ser selectiva ni temporal.
