Mientras muchos miran al norte en busca de oportunidades, el reguetonero cubano Yomil Hidalgo (con tres negativas de visado por parte de Estados Unidos) decidió plantar bandera en su tierra natal y convertir cada logro en testimonio de constancia. Esta semana, el artista compartió en redes sociales un video donde se le ve paseando por una propiedad con amplio terreno, visiblemente relajado, disfrutando de lo que ha sembrado con años de trabajo.
En la publicación, Yomil no se guardó nada: “Yo vengo de un pasillo y de dormir en barbacoa a tener una casa en el Casino Deportivo, tres en Centro Habana y una en Guanabo, ¿quién les dijo que los sueños no se cumplen? Por eso nunca dejen de soñar”. La frase, más que una celebración, se sintió como un empujón a quienes aún están en medio de su propio proceso.
Y es que detrás de su figura pública, entre el beat urbano y los aplausos de tarima, hay una historia de barrio que muchos cubanos conocen bien. Dormir en la barbacoa de un solar, compartir espacio con varias generaciones, ver el techo desde una litera improvisada… Para quienes han vivido eso, lo que cuenta Yomil no es ostentación, sino reivindicación.
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El intérprete, que en los últimos años ha sabido alternar la música con los negocios, ha ido consolidando su presencia no solo en los escenarios, sino también como emprendedor. En febrero, por ejemplo, anunció la compra de una nueva casa en Pueblo Nuevo, justo en el mismo consejo popular de Centro Habana donde creció. Según explicó entonces, el inmueble será transformado en un negocio más de su creciente portafolio.
La ubicación no es casual. Pueblo Nuevo, esa zona que vibra entre Zanja, Belascoaín, Infanta y el Manglar del Cerro, es uno de esos barrios habaneros donde la historia personal se mezcla con la de la ciudad. Con este gesto, Yomil no solo invierte en piedra y cemento, sino también en su propia comunidad.
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Hace unos años ya había dado señales de su visión empresarial con la apertura de “Doping Pizzas”, una pizzería que rápidamente ganó popularidad. Ahora, está por estrenar su segundo local, confirmando que su mira no está puesta únicamente en los charts musicales, sino también en la economía real de la capital.
Los comentarios de sus seguidores no se hicieron esperar. Desde “Ejemplo a seguir más na” hasta “Millonario en Cuba, no es el lugar, es la persona”, muchos lo aplauden por su enfoque y su manera de agradecer a quienes lo han acompañado en el camino. Uno escribió: “Usted es un tanque, tremendo artista, empresario y visionario de mi Cuba ahora mismo… te descargo por tu música de chamaco, pero más ahora de grande por la mentalidad líder”.
