El polémico empresario y productor cubano Boris Arencibia ha sido condenado a 57 meses, casi cinco años de prisión, tras ser hallado culpable de participar en uno de los mayores esquemas de distribución de medicamentos adulterados y desviados descubiertos en los últimos años, según informó el pasado viernes la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Florida.
Se estima que la conspiración movió más de 28 millones de dólares en fármacos robados, adulterados o reetiquetados, entre ellos medicamentos para tratar el VIH, el cáncer y otras enfermedades graves, productos cuya cadena de frío y autenticidad son vitales para la vida de los pacientes.
Arencibia trabajó junto a José Armando Rivera García, de 45 años, en una operación que adquiría medicamentos de manera totalmente irregular y los movía a nivel nacional. Ambos sujetos se declararon culpables en dos casos federales distintos.
Boris Arencibia, 52, and Jose Armando Rivera Garcia, 45, were sentenced on Oct. 30 to 57 months in prison for buying diverted prescriptions from illicit sources, repackaging them with falsified paperwork, and selling $28M worth to U.S. pharmacies—endangering patients. The duo… pic.twitter.com/nZ2q4KMKEv
— US Attorney Reding Quiñones (@USAO_SDFL) December 5, 2025
“Los medicamentos desviados ponen en riesgo la vida de los pacientes”, advirtió el fiscal federal Jason A. Reding Quiñones al recalcar la gravedad del caso.
Los productos provenían de recetas compradas a pacientes vulnerables, de formularios obtenidos fraudulentamente o de lotes robados, apuntó Díaz sobre el caso de Arencibia, arrestado por el FBI en enero de 2024 en Miami, Florida, precisamente por su presunta relación con la venta ilegal de productos farmacéuticos a nivel nacional.
Una vez adquiridos, los medicamentos eran reenvasados y se les falsificaba la documentación para simular que procedían de fabricantes legítimos o mayoristas autorizados.
Desde empresas de distribución farmacéutica ficticias, los fármacos eran enviados a farmacias en todo Estados Unidos, donde eran comprados por pacientes desprevenidos.
El además promotor musical, que en 2023 fue ampliamente criticado por el exilio cubano por organizar un festival en Cayo Santa María, en Cuba, podría haber sido sentenciado hasta a 40 años de cárcel.


















