«Dayle Ojeda ya está a salvo. Después de unas semanas sin noticias sobre su paradero desde la última vez que la vieron en la concentración de los Juegos Olímpicos, la judoca cubana comienza una nueva vida en España», así comienza una entrevista aparecida en el portal de la Federación Valenciana de este deporte.
La atleta se encuentra bajo el paraguas de una federación que ya ha acogido a judocas de la Isla, de uno y otro sexo de la preselección nacional cubana que han decidido no regresar a La Habana, y afirmó en sus declaraciones sus deseos de representar a España en los Juegos Olímpicos de Los Angeles en 2028.
Ojeda se encontraba en París no como parte de la delegación olímpica cubana sino como integrante del conjunto de judocas que ayudaron a la preparación de los cuatro cubanos que compitieron en el torneo olímpico. Especialmente ella fue la «sparring» de la multimedallista olímpica superpesada Idalys Ortiz que en esta ocasión – la de su despedida- se fue sin podio al igual que sus colegas.
Antes del inicio de los Juegos, Ojeda debía regresar a la capital isleña pero decidió enrumbar a la península ibérica. Su deserción no fue citada por los medios oficiales de Cuba como tampoco lo fue la escapada posterior de la remera guantanamera Yariulvis Cobas, poco después de competir.
Cobas fue considerada por Cuballama la primera deportista cubana que deserta en la historia de los Juegos Olímpicos. Aún se desconoce el destino de la remera oriental.
“Me encuentro bien, ahora ya más tranquila y segura con ganas de comenzar una nueva vida”, y sueña ganar una medalla con España en Los Ángeles 2028 mientras ya comenzó a entrenar en el Valencia Training Camp, que reúne a cientos de judocas internacionales cada verano.
«Fueron unos días muy difíciles la verdad, mi última semana fue demasiado fuerte. He vivido días sufriendo ansiedad, sintiendo muchísimo miedo, pensando todo el tiempo en lo que es correcto y lo que es mejor para mí y mi familia. Es duro tener que tomar decisiones como éstas, pero convencida de que hice lo mejor» dijo Ojeda, 30 años, en declaraciones que también fueron reproducidas por la agencia EFE.
«Fue difícil tomar la decisión ya que nadie está preparado para dejar atrás su vida. Es duro dejar a mi familia, amigos, pareja y, sobre todo, el lugar donde uno nace sin poder decir adiós. Ni siquiera a mis compañeros. Pero, insisto, fue lo mejor y no me arrepiento porque fue la mejor decisión. Estoy segura de ello» sentenció.
Sobre su fuga narró el momento en que se separó del grupo «y salí casi corriendo».
«Caminé y caminé muy nerviosa, hice algunas llamadas hasta que encontré a alguien que me ayudó y me orientó para sacar un ticket de autobús. El billete más económico de París hasta Barcelona, donde me quedé unos días, ya que mi destino sabía que era Valencia. Mis deseos y mis objetivos eran claros y el nivel de judo de Valencia es muy alto.
«Me hablaron muy bien del Centro de Alto Rendimiento de Judo de Valencia, y sabía que era probable que me ayudaran como hicieron con el equipo ucraniano en un momento crítico e importante. También allí conozco a Ayumi Leiva, mi compañera de equipo de la selección nacional de Cuba y amiga. Sabía que también me darían su apoyo incondicional, con lo que estoy eternamente agradecida.
«Aun no sé qué pasos tomar para pedir el asilo político ya que vine en autobús. Si hubiera llegado en avión sería totalmente distinto, pero no me rindo. Todo se puede con el apoyo de los entrenadores y la federación. Intentaré ir a la policía y pedir información a la Cruz Roja. La gente que conozco me está apoyando en este proceso»
Sobre sus principales motivos para dejar Cuba Ojeda dijo que «Son muchísimos los motivos, pero las ganas de poder mejorar como atleta y poder sentir que puedes crecer sin que te detengan o te digan que no puedes, fueron algunos de esos motivos. Tengo ganas de sentir que tu trabajo y tu esfuerzo son valorados. Mis deseos de superación personal y profesional fueron los que me impulsaron, además de mi madre, que es mi mayor motor, y me apoyó mucho»
«El saber que no puedes volver y no puedes ver a tu familia por un largo tiempo se hace aún más difícil. Aun así, son muchos los que toman está difícil decisión. En mi caso personal, es cuestión de superación y oportunidades» afirmó.
» Podía haber ido a Estados Unidos donde tengo familia, o también en Francia. Pero creo que la elección de España es la mejor para mi objetivo deportivo y para sentirme socialmente integrada. Espero y deseo realmente que me concedan el asilo y demostrar pronto que tengo el nivel deportivo necesario para representar a España » reiteró a Matías Sartori, responsable de prensa de la Federación valenciana de Judo.
