La ciudad de Bayamo, en la provincia de Granma, atraviesa horas de luto y desconcierto tras conocerse la muerte de una joven madre, identificada en redes sociales como Daliana, quien decidió quitarse la vida dejando en la orfandad a sus hijos pequeños.
El hecho, ocurrido esta semana, ha estremecido a toda la comunidad, donde amigos, familiares y vecinos aún se preguntan qué pudo llevarla a tomar tan dolorosa decisión.
Las redes sociales se inundaron de mensajes de despedida y de incredulidad.
“Ay mi vida, qué dolor tan grande saber que ya no estás, todavía me pregunto por qué lo hiciste, dejaste a tus bebés solos. Tan joven y con una vida por delante”, escribió un allegado en Facebook, reflejando la conmoción generalizada. Otros usuarios recordaron momentos recientes compartidos con la joven, incapaces de asimilar lo repentino de su partida.
La noticia no solo dejó un vacío en su familia, sino que también abrió un debate en la comunidad sobre la falta de acceso a apoyo psicológico y el peso que llevan, en silencio, muchas mujeres jóvenes en Cuba.
“Aquí no hay mucha cultura de terapias sicológicas y si supieran cómo eso ayuda, las personas lo pensarían mejor. Nadie sabe lo que pasa dentro de cada cual, pero es muy triste”, comentó una vecina en redes, subrayando la necesidad de hablar más abiertamente sobre salud mental.
Entre los mensajes publicados destacan las palabras de una amiga cercana: “Antier estábamos en la esquina bromeando y me pusiste una pulsera en la mano. Tan alegre, tan llena de vida… no lo puedo creer”. Otros, en tono más reflexivo, pidieron que su muerte sirva de advertencia para prestar mayor atención a los signos de depresión, desesperanza o aislamiento en quienes parecen estar cargando con un dolor que no logran expresar.
La tragedia ha despertado además expresiones de fe. Muchos internautas desearon que Daliana descanse “en un lugar hermoso” y que desde allí proteja a los hijos que dejó atrás. La dimensión humana del hecho se mezcla con el desconsuelo: madres, padres y amigos que, al leer la noticia, sienten un miedo profundo de que algo así pueda repetirse en su entorno.
Hoy Bayamo llora la partida de una hija joven, madre de familia y amiga querida. Su ausencia deja preguntas sin respuestas, pero también un llamado urgente a la empatía, a la escucha y a la creación de espacios de acompañamiento emocional. La consternación se convierte así en reclamo: que no haya más vidas apagadas en silencio, que ninguna joven madre sienta que no tiene a dónde acudir.
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