Un simple video bastó para desatar una tormenta. Claudia Artiles, influencer cubana con miles de seguidores en Instagram, se atrevió a cantar el tema “Amiga mía”, una colaboración de Karol G y Greeicy cargada de indirectas y verdades incómodas sobre relaciones tóxicas. Pero lo que quizás comenzó como un contenido inocente, terminó con su sección de comentarios convertida en un campo de batalla digital.
En el Reel, Claudia entona versos como “Él ni combina contigo” y “Ese hombre no es para ti”, y la reacción del público fue casi inmediata. “¿Te estás cantando esa canción a ti misma, verdad?” o “Amiga, date cuenta”, fueron algunas de las respuestas que más se repitieron, apuntando -sin demasiados rodeos- hacia su relación con el youtuber Jorge Batista, conocido como Ultrack.
La historia entre Claudia y Ultrack viene marcada por el escándalo. Pocos días después de que él anunciara su divorcio con la también influencer Amanda Sánchez, ya se mostraba públicamente con Claudia. Desde entonces, la percepción en redes ha sido polarizada: mientras algunos celebran el nuevo amor, muchos otros no han dejado de cuestionar el ritmo ni el trasfondo de esta relación.
“Me gustaba mucho su contenido de antes. Ahora todo es de su pareja ¡Bye!”, escribió una seguidora decepcionada. Y es que, según sus críticos, la joven ha pasado de ser una figura fresca en redes a convertirse -en palabras de ellos- en una sombra más del universo Ultrack.

Para sumar más tensión al asunto, Amanda Sánchez, exesposa de Ultrack y madre de sus dos hijas, ha ganado el cariño de muchos internautas que ven en ella un ejemplo de empoderamiento post-divorcio. Su crecimiento personal tras la ruptura ha sido tan notorio que hay quienes insinúan que la figura de Ultrack fue más un lastre que una compañía. Este contexto es clave para entender por qué cantar un tema como “Amiga mía” puede interpretarse como un boomerang emocional.
Pero en medio de las críticas, también hubo voces que defendieron a Claudia. “Cuánta maldad de comentarios. Vivan y dejen vivir, Claudia es feliz con Ultrack. Déjenla en paz”, escribió alguien, recordando que, más allá del espectáculo digital, hay una mujer real con un bebé y una vida expuesta a diario.





