El reguetonero puertorriqueño Bad Bunny ha sido escogido para encabezar el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl LX, programado para febrero de 2026. La confirmación de su participación fue comunicada recientemente por la NFL, generando entusiasmo entre sus seguidores y un debate amplio sobre su selección, señalan varios medios estadounidenses, que citan a la agencia AP News.
Los organizadores del Super Bowl lo anunciaron con bombos y platillos, destacando la importancia de elegir un artista que conecte tanto con audiencias latinas como con el público general. Bad Bunny se une así a una lista de estrellas que han protagonizado actuaciones memorables en uno de los escenarios más vistos del mundo, con audiencias estimadas en cientos de millones de televidentes.
Este no es el primer escándalo mediático vinculado al artista. Recientemente han vuelto a resonar comentarios suyos contra ICE (Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU.), lo cual ha reavivado críticas por parte de algunos fanáticos y comentaristas deportivos que cuestionan si su historial político es compatible con un evento con tanta visibilidad, indica Fox News. La NFL —que tradicionalmente busca evitar controversias políticas en el espectáculo— deberá enfrentar la tensión entre el atractivo cultural de Bad Bunny y las posibles reacciones en redes e incluso en ámbitos institucionales.
Para muchos seguidores del artista y de la música latina en general, esta elección supone un hito. En medios de entretenimiento se subraya que Bad Bunny no solo representa al género urbano, sino también una voz influyente dentro de la cultura pop contemporánea, reseña People. Su capacidad para atraer públicos diversos, sumada a una base de seguidores sólida, lo convierte en una apuesta estratégica para la NFL.
El Super Bowl LX se realizará en febrero de 2026 en un estadio aún por confirmar oficialmente, aunque ya se especula que podría tener lugar en una sede moderna con capacidad para albergar megaeventos, y la producción artística del espectáculo probablemente incluirá elementos espectaculares dados los antecedentes del artista. Bad Bunny tendrá la responsabilidad de llenar —literal y figurativamente— el espacio del medio tiempo con una presentación llamativa que combine su energía escénica con un show visual potente.
En medio de la expectativa, los especialistas en entretenimiento comentan que el desafío para Bad Bunny será equilibrar su estilo personal con el formato televisivo del Super Bowl, que exige grandes producciones, impactos visuales y momentos memorables que puedan compartirse virales. La presión será alta, pero también lo será el impacto: si logra una actuación exitosa, podría consolidarse aún más como un artista global capaz de cruzar fronteras musicales y culturales.
La designación de Bad Bunny representa, asimismo, un símbolo del creciente poder de la música latina dentro del mainstream estadounidense. Al encabezar el medio tiempo del Super Bowl, no solo se cementa su estatus internacional sino que se visibiliza, una vez más, la fuerza de una comunidad artística que enfatiza su relevancia cultural.
