Angelina Jolie y Brad Pitt han puesto fin a una de las batallas legales más prolongadas y mediáticas de Hollywood al alcanzar un acuerdo final de divorcio después de ocho años de disputas. La pareja, que se separó en 2016 tras dos años de matrimonio y más de una década juntos, finalmente ha logrado cerrar este capítulo, que incluyó desacuerdos sobre la custodia de sus hijos y la división de sus bienes.
Desde que Jolie solicitó el divorcio en septiembre de 2016, el proceso estuvo marcado por acusaciones mutuas, desacuerdos financieros y problemas relacionados con la crianza de sus seis hijos, tres de ellos adoptados y tres biológicos. La custodia de los menores, que oscilan entre los 15 y los 22 años, fue uno de los principales puntos de conflicto entre los actores, quienes enfrentaron acusaciones de abuso emocional y físico, aunque ninguna resultó en cargos legales.
Según James Simon, abogado de Jolie, el acuerdo final fue firmado ayer 30 de diciembre de 2024. Simon destacó que su cliente ha estado enfocada en buscar la paz y el bienestar para su familia. Aunque se siente agotada después de años de batalla legal, Jolie está aliviada por haber cerrado esta etapa. Brad Pitt, por su parte, no ha emitido declaraciones públicas sobre el acuerdo, aunque fuentes cercanas al actor señalan que también está dispuesto a avanzar y dejar atrás esta complicada situación.
A pesar de haber finalizado el divorcio, persisten conflictos legales entre ambos, señala The New York Times. Especialmente en relación con la propiedad del Château Miraval, un viñedo en el sur de Francia que la pareja compró en 2008. Pitt ha acusado a Jolie de vender su participación en la propiedad sin su consentimiento, lo que ha dado lugar a una nueva disputa sobre los derechos y la gestión del viñedo.
noticia relacionada: Batalla legal entre Angelina Jolie y Brad Pitt parece revivir el Johnny Depp vs Amber Heard
La separación de Jolie y Pitt no solo acaparó titulares por su duración, sino también por la naturaleza pública de sus conflictos. A lo largo de estos años, ambos se han centrado en sus carreras y en la crianza de sus hijos, aunque la exposición mediática y las tensiones legales han sido constantes.
Con el divorcio finalmente resuelto, ambos actores podrán enfocarse en sus proyectos personales y familiares, mientras enfrentan los retos que aún quedan por resolver. Esta decisión marca el cierre de una de las historias de amor y separación más comentadas en Hollywood.