Entre lágrimas, la actriz cubana Yerlín Pérez aclaró en una entrevista reciente la difícil situación migratoria que enfrenta en Estados Unidos.
Preguntada en el podcast de YouTube de La Familia Cubana desde Miami, Florida, sobre si no puede entrar o “quien administra” le dijo que no puede ir a Cuba, la artista afirmó que ella tiene un formulario I-220A en Estados Unidos, por lo que no puede salir del país.
“Yo soy I-220A y no puedo ir a Cuba”, subrayó, no sin dejar claro que “a mí no hay nadie en la vida que me diga qué puedo hacer o no”.
Aunque incómoda al hablar del tema, la actriz señaló que “emigrar es un conflicto”. Es como coger una mochila en la que hay que “meter todo lo que yo he vivido”, dijo la artista, que salió de Cuba casi al cumplir 50 años.
“¿Cómo yo echo casi 50 años de mi vida en esa mierda de mochila? No me cabía. Y cuando me la eché al hombro y pesaba mucho: ahí hay dolor, ahí hay nostalgia, ahí está mi vida”, explicó, notablemente conmovida. “Y sin olvidar todo lo que trae en la mochila” porque “hasta la peste del trapito de Coppelia yo extraño de Cuba”, reconoció.
En otro momento de la conversación con los también actores cubanos radicados en Miami, Yasbell Rodríguez, Rachel Cruz y Lieter Ledesma, Pérez se refirió al modo en el que subsistía en la isla, más allá de trabajar en la televisión o en el teatro.
“Si yo tengo que llegar a vivir con el dinero de la novela, me muero de hambre. Literal, me hubiera muerto de hambre”, relató sobre cómo, “hasta el momento en el que salí de Cuba”, cuando no se monetizaba tanto a través de las redes sociales, “iba y trabajaba en el restaurante Habana Blues como todos los actores”.
“Tengo que aprender a vivir con todo esto que tengo dentro de esta mochila, porque tengo un hijo maravilloso, que me necesita bien. Tengo que florecer, tengo que seguir viviendo y tengo que seguir dándole a la gente que me quiere mi apoyo”, señaló sobre la manera en la que se ha reconstruido tras emigrar.


















