“¡Qué nadie sea dictador(a) de nadie! ¡Al maltrato, no le llames amor!”, expresó la plataforma cívica Yo sí te creo en Cuba ante el reciente #DictadorChallenge lanzado en las redes sociales por partidarios del gobierno cubano y en apoyo a Lis Cuesta, esposa del mandatario Miguel Díaz-Canel, a quien recientemente llamó “dictador de mi corazón” en un tuit que se hizo viral y recibió numerosas críticas y burlas, a la vez que promueve “un tipo de relación de pareja” tóxico.
Las activistas y feministas declararon en su perfil de Facebook que lamentaban “que este reto haya surgido a raíz de un penoso tuit de Lis Cuesta, donde se olvida su carácter de ʽservicio públicoʼ”, y exigieron “a las personas con alcance en redes sociales a que revisen aquello que promueven, sobre todo si se trata de estereotipos y creencias que están en la base de problemas como la violencia de género”.
“Los mecanismos de control, sumisión y subyugación no son parte del amor ni de la pareja, son la base de la violencia que lacera este vínculo afectivo, sin distinción por los numerosos tipos de parejas” expresó la plataforma, que también denuncia continuamente la violencia política del gobierno cubano contra mujeres, a propósito del empleo del término dictador o dictadora en el reto, que ya cuenta con un logotipo que su principal impulsor, Pedro Jorge Velázquez, provee a los interesados en sumarse al #DictadorChallenge.
“Como activistas feministas y operadoras de una Línea de Apoyo a personas afectadas por la violencia de género, apostamos a relaciones equitativas, de cooperación, ayuda, amor, afecto, entendimiento y comprensión”, declararon las gestoras de Yo sí te creo en Cuba, que también publican estadísticas de los hechos de violencia de género y feminicidios contra mujeres cubanas cometidos a todo lo largo de la nación con alarmante frecuencia.
Como mujer, Lis Cuesta no se ha referido a ninguna de estas problemáticas en su reciente cuenta de Twitter, donde busca construir una imagen ligera, quizás con las intenciones de convertirse en “influencer” a fuerza de mensajes “simpáticos”, optimistas, que provocan aluviones de críticas de los usuarios, quienes le piden más seriedad y preocupación por los tensos problemas sociales, políticos y económicos que aquejan a la nación.
Recientemente la periodista oficialista Arleen Rodríguez Derivet alabó en el espacio televisivo estatal Mesa Redonda a Lis Cuesta por su empleo del “humor” para contrarrestar las “campañas mediáticas” de los enemigos del gobierno y alcanzar gran “popularidad” en las redes.



















