Lo que hasta hace poco eran simples conjeturas alimentadas por flores, comentarios pícaros, paseos por Miami y un comentado beso sobre tarima ya tiene confirmación oficial: el reguetonero cubano L’Kimii y la influencer Samantha Hernández están en una relación romántica.
La certeza llegó este miércoles, cuando Samantha compartió en sus historias de Instagram una imagen abrazada al músico frente al espejo de su casa. Junto a la foto, escribió con complicidad: “Bueno… me convenció”, mencionando directamente a L’Kimii Ese gesto, breve y contundente, despejó cualquier duda que aún quedara en el aire.
En la foto, L’Kimii aparece sin camiseta, mientras que Samantha luce un pijama negro. Ambos se encuentran dentro del “walk-in” clóset que la creadora de contenido tiene en su casa. “Siempre lo supe”, escribió el reguetonero al compartir la foto de Samantha en sus propias historias de Instagram.

No fue, sin embargo, la primera señal. Días atrás, L’Kimii sorprendió a la creadora de contenido con un ramo de rosas rojas. Ella misma mostró el detalle en redes, revelando también la tarjeta que lo acompañaba: “Gracias por ser más linda que la palabra”. El detalle desató comentarios inmediatos y, para rematar, el propio artista lo acompañó en TikTok con una frase aún más clara: “Aunque se me esté haciendo la dura, la estamos convenciendo”.
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El juego entre declaraciones públicas y guiños privados se intensificó en las últimas semanas. En una de las publicaciones de Samantha, L’Kimii no dudó en escribir: “Viste qué linda mi novia”, comentario que sus seguidores interpretaron como la confirmación más directa hasta entonces. A ello se sumaron imágenes de ambos caminando tomados de la mano por calles de Miami, que circularon entre fanáticos y páginas de entretenimiento, reforzando la narrativa de un romance que ya era un secreto a voces.
La manera en que la pareja decidió confirmar lo suyo también habla de los tiempos: sin notas de prensa ni declaraciones a medios, simplemente abrieron la puerta desde sus propias redes. Un “soft launch” que fue subiendo de tono hasta que las piezas encajaron solas.





