Menos de 24 horas después de que el cubano Deivy Alemán Oropesa se viera obligado a autodeportarse a Cuba para evitar ser detenido por las autoridades migratorias de Estados Unidos, su esposa y su hija, que quedaron en Florida, han recibido el apoyo de la comunidad cubana.
Según contó el periodista cubanoamericano Javier Díaz, quien primero habló sobre la historia de Alemán, varios mensajes le han sido enviados brindando ayuda para la mujer y su niña, quien a su corta edad ha tenido que ser operada en tres ocasiones a corazón abierto y que debe enfrentar otra cirugía.
“Mi esposo tiene 51 años; mi hijo, 21; mi hija, 17; yo, 42. Trabajamos tres. Puedo asegurarle casa y alimentación. Como decimos los cubanos, donde comen dos comen tres”, le escribió una cubana a Díaz.
De acuerdo con el reportero de Noticias 23, “lo más increíble” es que la familia que envió el mensaje de apoyo, que él hizo público en sus redes sociales, “lleva solo un año en el país y a pesar de ser recién llegados están dispuestos a ayudar”.
“Realmente sin palabras”, expresó Díaz emocionado al ver que “los cubanos realmente son muy solidarios y cuando se unen pueden hacer grandes cosas”.
Alemán tuvo que regresar a Cuba “voluntariamente contra su voluntad” después de recibir una orden del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) para que abandonara el país norteamericano, al que había entrado de manera irregular hacía siete años.
Lo más duro para Alemán, según él mismo dijo a varios medios de prensa del sur de Florida antes de tener que volver a su isla natal, es que su hija de dos años necesitará un trasplante de corazón y su esposa no trabaja para cuidar a la menor.
ICE le había ordenado al joven padre salir del país este 14 de septiembre, lo cual hizo al pie de la letra para intentar reingresar a Estados Unidos, pero de manera legal, ya que su esposa, ciudadana americana, le tiene abierto un proceso de reclamación familiar.





