Karol G, la reina indiscutible del pop urbano latino, volvió a brillar fuera de los escenarios, esta vez con una celebración íntima que reunió sabor, color y talento cubano. El motivo fue el éxito rotundo de su álbum “Tropicoqueta”, y la joya de la velada fue un pastel que no dejó a nadie indiferente: una obra maestra de tres niveles firmada por Divine Delicacies Cakes, la pastelería miamense dirigida por Laura Candeau e Iliana Lombardero, esposa y suegra del reguetonero cubano Osmani García.
El pastel, confeccionado con una mezcla explosiva de estética tropical y detalles urbanos, fue decorado con hojas de palma, flores de hibisco, estampado de leopardo, pequeños tambores y un llamativo penacho de plumas naranjas. Todo, absolutamente todo, respiraba el universo visual que Karol ha consolidado en esta nueva etapa artística, donde lo caribeño se mezcla con lo callejero en una estética que ella misma ha bautizado como “tropicoqueta”.
“Karol G celebra el éxito de su álbum con un súper cake de Divine Delicacies Cakes de Tropicoqueta”, anunciaron las creadoras desde la cuenta oficial del negocio en Instagram, donde compartieron imágenes del vibrante pastel que capturó de inmediato la atención de fans y curiosos.
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Pero este no es un caso aislado de creatividad pastelera. Divine Delicacies Cakes se ha convertido en parada obligatoria para las celebridades latinas que celebran algo importante en Miami. Hace poco, Laura e Iliana sorprendieron con un pastel temático de Minions y dinosaurios para el cumpleaños del hijo de Marc Anthony y Nadia Ferreira. La propia Nadia lo describió como “el pastel más bello” que había visto.
Otro de sus éxitos recientes fue una tarta personalizada de Spider-Gwen para la pequeña Vida Isabelle, hija de Natti Natasha y Raphy Pina, decorada con telarañas, ilustraciones vibrantes y letras que parecían salir de una historieta. La famosa cantante Selena Gómez también celebró su cumpleaños hace unos días con un pastel de las cubanas, una edición vintage de ron de vainilla con dulce de leche.
La historia detrás del éxito de Divine Delicacies también es, en sí misma, una historia de familia. El negocio acaba de celebrar 25 años de existencia con una creación que parecía sacada de un cuento de hadas: diez pisos de elegancia en blanco y plata, coronados por flores, una tiara y las iniciales de la pastelería. En la foto conmemorativa, madre e hija posaron de blanco junto al pastel, acompañadas del pequeño Bryan, nieto y heredero simbólico del legado pastelero de la familia.





